A través de la historia y hasta nuestros días, las personas con discapacidad muchas veces han sido objeto de rechazo y discriminación, por eso han sido relegadas a un segundo plano dentro de la sociedad. Algunos las han considerado como deudores de la colectividad, incapaces de aportar nada a la misma y por eso fueron confinados en albergues o dentro de sus entornos familiares, para ocultar sus circunstancias.
En la Declaración de los Derechos Humanos dice: “Todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos”, pero ese postulado no se aplica en gran parte de la población discapacitada, ni en las sociedades regidas por tiranías totalitarias.
Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos modernos nacieron gracias al empeño del barón Pierre de Cubertin, que buscaba recuperar eventos pacíficos y confraternizadores que recordaban los festivales religiosos de la antigua Grecia, para adaptarlos a las sociedades modernas.
La Carta Olímpica tiene principios fundamentales de los cuales citaré algunos que hacen referencia al tema de este artículo.
“El Olimpismo es una filosofía de vida, que exalta y combina un conjunto armónico de las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu. Al asociar el deporte con la cultura y la educación, el Olimpismo se propone crear un estilo de vida, el deporte olímpico, de las personas con discapacidad basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo y el respeto ético de los principios fundamentales universales”
Dice también: “El objetivo del Olimpismo es poner siempre el deporte al servicio del desarrollo armónico del hombre, con el fin de favorecer el establecimiento de una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad humana. Para ello el Movimiento Olímpico lleva a cabo, solo o en cooperación con otros organismos y dentro de sus posibilidades, acciones en favor de la paz”.
“El Movimiento Olímpico tiene por objeto contribuir a la construcción de un mundo mejor y más pacífico, educando a la juventud a través del deporte practicado sin discriminaciones de ninguna clase y dentro del espíritu olímpico que exige comprensión mutua, espíritu de amistad, solidaridad y juego limpio”.
“La práctica deportiva es un derecho humano. Toda persona debe tener la posibilidad de practicar deporte según sus necesidades”.
Han culminado los Juegos Olímpicos de Tokio, pero su llama renacerá en los Juegos Paralímpicos en su edición decimosexta, la segunda que organiza Japón desde 1964. La llama recorrerá las ciudades más emblemáticas de Tokio del 17 al 24 de agosto hasta el día de la ceremonia de apertura. Las competencias se desarrollarán del 24 de agosto al 5 de septiembre de 2021.
La cobertura mediática no será como la de los juegos olímpicos que acaban de culminar. El dueño de los derechos es Discovery. Para poderlos transmitir hay que hacer un acuerdo con ellos, representa una inversión onerosa que consideran los interesados, no será retribuida al no haber público en los escenarios por motivos de pandemia.
El día de la inauguración, aparte de los destellos de la llama olímpica, también brillará una luz púrpura en 125 edificaciones famosas del mundo para apoyar el movimiento llamado “WE THE 15” que es el grupo de derechos humanos más grande de la historia del deporte, que busca poner fin a la discriminación.
El objetivo de WE THE 15, es transformar la vida de mil doscientos millones de personas con discapacidad, que representan el 15% de la población mundial.
Ellos quieren realizar un cambio durante la próxima década, uniendo a organizaciones internacionales del mundo del deporte, los derechos humanos, la política, las comunicaciones, los negocios, las artes y el entretenimiento.
Estamos oyendo la palabra “inclusión” cada vez con más frecuencia y desde diferentes ámbitos; la población con discapacidad quiere un cambio efectivo para eliminar la desigualdad e inactividad a la que están sujetos, quieren que a través de su movimiento global haya visibilidad, inclusión y accesibilidad para derribar barreras, desarrollar su potencial y ser miembros activos y visibles de una sociedad más equitativa e inclusiva.