El diario The Wall Street Journal, publica este lunes un artículo de la periodista Mary Anastasia O’Grady, donde explica la relación de Lee Harvey Oswald, asesino del presidente John F. Kennedy con el gobierno cubano, titulado "Lo que Castro sabía sobre Lee Harvey Oswald".
Relata la periodista pasajes de una versión del libro del ex analista de la CIA Brian Latell “Secretos de Castro”, donde recrea los contacto de Oswald con diplomáticos cubanos en Ciudad México, semanas antes del asesinato, en busca de una visa para viajar a la Isla.
Del libro de Latell, el diario destaca el testimonio de un ex agente de la inteligencia cubana, Florentino Aspillaga, a quien en esos días de noviembre de 1963 se le ordenó " detener todo el trabajo CIA, todo su trabajo CIA y escuchar “cualquier pequeño detalle de Texas”. El ahora investigador en la Universidad de Miami estudio miles de páginas de documentos desclasificados de la CIA y tuvo acceso a las memorias inéditas de Thomas Mann, el embajador de EE.UU. en México en 1963, quien sospechaba de una conexión de Oswald con Cuba.
Muchas de esos materiales, según Latell, no fueron presentados ante la Comisión Warren, que investigó el asesinato de Kennedy. Y desde 1959 en Cuba había un expediente sobre Oswald, quien “estaba enamorado de la Revolución Cubana, y se había puesto en contacto con el consulado cubano en Los Ángeles.”
En el artículo se detalla las actividades de Lee Harvey Oswald en Ciudad México en septiembre de 1963, sus reuniones en la embajada soviética y cubana y las contradicciones en declaraciones de Fidel Castro sobre el ex militar estadounidense.
Relata la periodista pasajes de una versión del libro del ex analista de la CIA Brian Latell “Secretos de Castro”, donde recrea los contacto de Oswald con diplomáticos cubanos en Ciudad México, semanas antes del asesinato, en busca de una visa para viajar a la Isla.
Del libro de Latell, el diario destaca el testimonio de un ex agente de la inteligencia cubana, Florentino Aspillaga, a quien en esos días de noviembre de 1963 se le ordenó " detener todo el trabajo CIA, todo su trabajo CIA y escuchar “cualquier pequeño detalle de Texas”. El ahora investigador en la Universidad de Miami estudio miles de páginas de documentos desclasificados de la CIA y tuvo acceso a las memorias inéditas de Thomas Mann, el embajador de EE.UU. en México en 1963, quien sospechaba de una conexión de Oswald con Cuba.
Muchas de esos materiales, según Latell, no fueron presentados ante la Comisión Warren, que investigó el asesinato de Kennedy. Y desde 1959 en Cuba había un expediente sobre Oswald, quien “estaba enamorado de la Revolución Cubana, y se había puesto en contacto con el consulado cubano en Los Ángeles.”
En el artículo se detalla las actividades de Lee Harvey Oswald en Ciudad México en septiembre de 1963, sus reuniones en la embajada soviética y cubana y las contradicciones en declaraciones de Fidel Castro sobre el ex militar estadounidense.