Venezuela atraviesa una profunda crisis socio-económica y son comunes las manifestaciones contra la inflación, el desabastecimiento de productos básicos y una creciente delincuencia que ha cobrado la vida de numerosos venezolanos.
Hace solo unos días un policía asesinó de un balazo en la cabeza al adolescente de 14 años Kluiverth Roa, durante una protesta contra el Gobierno en la localidad suroccidental de San Cristóbal, lo cual ha degenerado en enfrentamientos entre manifestantes y los uniformados. El miércoles, varias decenas de personas, la mayoría mujeres vestidas de blanco, se congregaron frente a la Nunciatura Apostólica, para manifestarse contra la violencia y repudiar el asesinato de Roa.
Reinaldo Díaz, coordinador nacional de Juventudes, pidió públicamente que sea derogada la Resolución 008610 que permite usar armas de fuego en manifestaciones públicas y la renuncia del Ministro de Defensa de Venezuela, general Vladimir Padrino López.
Mientras el líder opositor Henrique Capriles afirma que el Gobierno busca "ocultar la crisis económica que estamos viviendo" y tiene "un libreto claro para generar violencia", el mandatario Nicolás Maduro pidió en una cadena de radio y televisión a las fuerzas militares y policiales estar en "máxima alerta" ante informaciones de que desde Colombia "están tratando de infiltrar a un grupo de paramilitares" para generar violencia en los estados fronterizos de Zulia, Táchira y Apure.
Pero el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se ofreció para mediar entre el Gobierno venezolano y la oposición, siempre "respetando la autonomía". Santos pidió respeto a los derechos de los opositores detenidos y "garantías para un debido proceso".
Pero no fue el único mandatario que se manifestó sobre lo que está ocurriendo en Venezuela. También lo hizo el de Uruguay, José Mujica (dejará el poder el domingo) tras advertir que teme que haya "un golpe de Estado de militares de izquierda" en Venezuela. Agregó que "hay maneras muy inteligentes de desestabilizar un gobierno".
Otro presidente izquierdista, Evo Morales, de Bolivia, denunció que hay "intento de golpe de Estado" en Venezuela y enfatizó que "es una conspiración desde Estados Unidos".
