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Éxodo masivo de trabajadores y corrupción en PDVSA crean crisis en refinación petrolera


Oficinas centrales de PDVSA, Caracas, Venezuela.
Oficinas centrales de PDVSA, Caracas, Venezuela.

La petrolera venezolana tiene una capacidad de refinación de 1,3 millones de barriles diarios de crudo, pero actualmente solo se procesan 300.000 barriles al día, lo que implica implica menos divisas por exportación de productos y mayor dependencia del combustible importado para el consumo interno.

El área de refinación de petróleos de PDVSA enfrenta serias dificultades, al punto de que la empresa estatal se ha visto obligada a concentrar las operaciones de esa actividad en la refinería de Amuay, según aseguró el directivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela, Iván Freites.

Entre las causas del traslado se encuentran la nula inversión, la falta de mantenimiento, la corrupción y el éxodo masivo de trabajadores experimentados del área de refinación de PDVSA, publica este lunes El Nacional.

La capacidad de refinación de PDVSA en Venezuela es de 1,3 millones de barriles diarios de petróleo. Freites alertó que de esa capacidad actualmente solo se procesan 300.000 barriles al día (23%), y no precisamente de los mejores crudos.

Lo anterior implica que los productos obtenidos no son los más prioritarios para el consumo del mercado interno, como gasolina y diesel, que deben ser importados y cuya llegada irregular a los centros de despacho causa las colas de vehículos en las estaciones de servicio, especialmente en el interior del país.

“Con su desacertada política, el gobierno destruyó en los últimos 16 años esta actividad medular que en el pasado generaba ingresos importantes de divisas al país por la exportación de productos refinados de alta calidad a mercados premium, como la costa este de Estados Unidos”, destacó el sindicalista.

El dirigente precisó que la red de refinación de PDVSA la integran las refinerías de Amuay y Cardón en el estado Falcón, El Palito (Carabobo), San Roque y Puerto La Cruz (Anzoátegui) y Bajo Grande (Zulia). “De todos los centros de refinación del país el que reúne las condiciones mínimas para mantenerse operativo es Amuay”, dijo.

El descuido de PDVSA en el área de refinación ocasionó que el margen neto de ganancia por barril de crudo procesado, el cual hasta 1998 era de 6 y 8 dólares, pasara a negativo con -8 dólares en 2008 hasta registrar -14 dólares en 2016.

En el complejo refinador Paraguaná (integrado por Amuay y Cardón) están paradas las unidades desulfuradora e hidrodesulfuradora, además de la procesadora de azufre, materia prima para la industria petroquímica, farmacéutica y fabricantes de jabón y champú, que ahora se tiene que importar.

El dirigente sindical precisó que están paralizadas las operaciones de las refinerías de Puerto La Cruz, El Palito, Bajo Grande y San Roque, con capacidades instaladas de procesamiento de 187.000, 140.000, 16.000 y 5.000 barriles por día, respectivamente.

“Ante la deplorable situación del parque refinador, que no se revierte de la noche a la mañana y requiere de enormes inversiones que no tienen, a las autoridades petroleras no les ha quedado otra que concentrar, en un plan de emergencia, las operaciones en Amuay, porque presenta menos problemas y puede producir más combustible”, sostuvo Freites.

El sindicalista alertó que “el éxodo masivo de trabajadores en la actividad de refinación hace imposible manejar eficientemente todas las refinerías del país. La semana pasada operadores de El Palito fueron trasladados a Amuay para completar el personal necesario”.

(Con información de El Nacional)

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