El gobierno cubano reconoció públicamente que la agricultura del país tuvo su peor año en 2021. Según un analista consultado por Radio Martí, el 2022 no se proyecta mejor.
La información, dada a conocer por el ministro de agricultura cubano Ydael Pérez Brito, no sorprende a los cubanos que sufren, día a día, la escasez de alimentos.
“Yo diría que la agricultura, junto con la pesca y el azúcar, son los tres sectores que más han involucionado en la economía cubana”, dijo desde La Habana a Radio Martí el economista Orlando Freire.
Según el ministro Pérez Brito, un total de 180 empresas cerraron con pérdidas por encima de los 9.000 millones de pesos, y 32 de los 37 planes productivos no cumplieron con sus metas. La culpa la centró en la pandemia, al embargo y un nuevo elemento, la tarea ordenamiento. En esto último tiene razón el funcionario, dijo Freire.
“La tarea ordenamiento lo complicó todo, muchas entidades y agricultores independientes no pueden producir lo mismo, porque la tarea ordenamiento ha hecho que sus costos de producción aumenten, entonces los hacen ineficientes”, subrayó el experto.
El asesor del gobierno cubano, el brasileño Frei Betto, ofreció su solución para la alimentación en la isla, sugiriendo el consumo de cáscara de papa y melón.
El reconocido economista cubano Pedro Monreal escribió en su cuenta de twitter: ¿Cáscara de qué…? La crisis en la producción de papa, según Monreal entró en fase de crisis en 2012, con niveles inferiores a 100 mil toneladas. No es una crisis reciente.
Pero el asesor brasileño tiene más soluciones, como abrir en La Habana una panadería que oferte a la población “pan de yuca, pan de maíz, pan de boniato”. Betto hasta pronosticó que “va a haber colas” en el lugar. Colas que ya existen, y no hay pan de yuca, dijo Freire.
“Imagínate tú, un pueblo que toda la vida ha comido pan de trigo, ahora Frei Betto quiere que se empiece a comer pan de yuca”, señaló.
Y lo peor, dijo Freire, el 2022 no cambiara sustantivamente en la agricultura cubana. Y lo peor dijo Freire, el 2022 no cambia sustantivamente en la agricultura cubana. Quizás es “un poquito mejor, porque hay menos pandemia, pero, por lo demás, se debe mantener en un bajo nivel”, concluyó.