Entre las numerosas reacciones suscitadas por el boicot a que fue sometido en Ginebra el biólogo cubano Ariel Ruiz Urquiola al comparecer el viernes ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, sobresale la de su amigo, el también científico Oscar Casanella: las reglas de juego favorecen a los gobiernos, no a los pueblos.
“Me parece una falta de respeto que el reglamento de la organización permita eso”, le dijo Casanella desde La Habana a la periodista de Radio Martí Ivette Pacheco. Pese al escaso tiempo de que disponía, Ruiz Urquiola fue interrumpido varias veces con objeciones formales ajenas a su denuncia.
“Creo que si, para colmo, las intervenciones eran extremadamente cortas, porque a él le habían asignado un minuto y medio, 90 segundos, lo menos que podían hacer era darle ese tiempo limpio, y después que pudiera ser criticado y todo”, comentó. “Sin embargo, ¿quién calla a esos estados?”; los que se unieron a La Habana en el boicot a Ruiz Urquiola, se pregunta.
Esas intervenciones no fueron interrumpidas, observó Casanella.
“O sea, que los pueblos y su ciudadanía estan en desventaja por el reglamento del Alto Comisionado de Derechos Humanos con respecto a los estados; creo que es una injusticia tremenda”, declaró el científico cubano.
La hermana del biólogo, Omara Ruiz Urquiola, no ocultó su indignación. “Seis ‘estados’ contra un hombre y su verdad”, escribió en Facebook.
En Estados Unidos, el senador Marco Rubio no tardó en comentar lo sucedido en un mensaje de Twitter.
“¿A qué le temen las narco-dictaduras de Cuba y Venezuela?”, se preguntó el legislador republicano. “Que aquellas personas que oprimen a diario hablen, y que sean desenmascarados ante los ojos del mundo. Es vergonzoso, pero no sorprendente, lo visto en la sede de la ONU mientras el Dr. Urquiola hablaba”.
Otro cubano que opinó desde La Habana entrevistado por Pacheco fue Juan Antonio Madrazo Luna, coordinador general del Comité Ciudadanos por la Integración Racial, quien consideró los esfuerzos para silenciar a Ruiz Urquiola un síntoma de la debilidad del régimen cubano.
“Recurre a esas prácticas arbitrarias acompañado de varios países que forman parte del Consejo de Derechos Humanos, Venezuela, China, que también practican la represión contra la sociedad civil, particularmente contra los defensores de derechos humanos”, declaró Madrazo Luna.
A su vez, la misión diplomática estadounidense en La Habana hizo pública su admiración por el científico y activista cubano.
“La Embajada de Estados Unidos aplaude a Ariel Ruiz Urquiola por su valor y fortaleza”, escribió la encargada de Negocios Mara Tekach. “Las voces poderosas dicen la verdad y se ganan nuestro respeto. El Consejo de Derechos Humanos debería escuchar toda su historia”.
En la propia Ginebra, el director ejecutivo de la organización United Nations Watch (Observadores de Naciones Unidas), Hillel Neuer, compartió su indignación por la forma en que procedió el Comité ante los esfuerzos de cinco gobiernos para acallar las denuncias de un orador.
“Hoy ante Naciones Unidas una pandilla de tiranías –Cuba, Venezuela, Corea del Norte, China y Eritrea—trataron de silenciar al cientifico cubano y ex prisionero político, Dr. Ariel Ruiz Urquiola. Fallaron”, dijo Neuer. “El coraje de Ariel inspiró a los cubanos aquí en Ginebra y en todo el mundo”.
Las redes sociales se llenaron de comentarios a raíz de la difusión en varios medios de lo ocurrido en Ginebra antes del mediodía del viernes, cerca de las 5:25 de la mañana, hora de Miami.
“Ariel demostró que la ONU no respeta derechos humanos ni libertad de expresión”, escribió en su página de Facebook el arquitecto cubano Rafael Fornés.