La investigadora Judy Cantor-Navas se ha propuesto devolver al rompecabezas disperso del patrimonio nacional cubano una pieza perdida para muchos: Panart, la primera compañía disquera de Cuba.
En el programa Entre Nosotros, de Radio Martí, conducido por Orlando González Esteva, la escritora de Nueva York rescata también la memoria de Ramón S. Sabat, el creador de los primeros estudios de grabación de Cuba y del primer sello discográfico nacional.
Sabat, un renacentista
El cienfueguero Ramón S. Sabat salió de Cuba con 17 años a buscar fortuna en los Estados Unidos. Trabajó en un hotel en Nueva York y luego se alistó en el ejército donde formó parte de la banda de música. En este país estudió Ingeniería de Sonido, se casó y abrió junto a dos socios un sello discográfico de música clásica.
Luego regresó a Cuba para crear en 1943 el estudio más moderno del Caribe y fundar Panart, la disquera que hizo la competencia a RCA Victor en Cuba y colocó a sus artistas entre lo más popular de la música latinoamericana de entonces.
Cantor-Navas describe a Sabat como un hombre del renacimiento pues al mismo tiempo fue exitoso empresario, gran conocedor de la música e inventor.
Entre sus creaciones estuvo el tocadiscos Panart, un gramófono de diseño simple, que permitía abaratar los costos de fabricación y lo hacía más asequible para los cubanos.
Otro de sus grandes dones fue reconocer el talento en los músicos que iniciaban su carrera. Estaba abierto a lo nuevo y grabó a numerosas figuras de la música cubana de la época antes de que se convirtieran en estrellas.
“Panart tenía a los mejores artistas en los años 50 porque Ramón Sabat había dado oportunidad a todos”, dijo la investigadora.
Entre lo más exclusivo están el primer éxito de Olga Guillot, el estreno de "La Engañadora" (el cha-cha-chá de Enrique Jorrín), grabaciones de cantos afrocubanos interpretados por Celia Cruz en el disco "Santero" y las famosas "jam sessions" encabezadas por Cachao y el gran compositor y pianista Julio Gutiérrez.
Panart grabó también a Miguel Matamoros, Chico O’Farrill, Bebo Valdés, Chano Pozo, Daniel Santos, Barbarito Diez y Compay Segundo, entre otros.
En 1952 la compañía inauguró una fábrica en la calzada de Rancho Boyeros para prensar discos.
"Su proceso industrial, de calidad, da confianza a disqueras extranjeras y es así que en la habanera Panart empiezan a prensarse discos Odeón, Capitol y EMI, para entonces, la disquera más grande del mundo. De esa forma tuvimos a Nat King Cole, Sinatra, Gardel, Lucho Gatica, Edith Piaff, Franck Pourcel y Conchita Piquer, entre otros, en discos grabados en Cuba", escribió el musicólogo Cristóbal Díaz-Ayala en el artículo "Antes de la EGREM".
Con gran astucia empresarial Sabat logró además un acuerdo de distribución con el sello americano Capitol Records con el que consiguió traer a los estudios de San Miguel 410, en Centro Habana, a artistas internacionales de renombre como Nat King Cole y Josephine Baker.
Poco después de la llegada de Fidel Castro al poder, la empresa, los estudios, el sello discográfico y la fábrica Panart fueron confiscados a la familia Sabat en 1961.
Por unos años los discos llevaron la marca "Panart Nacionalizada" hasta que en 1964 se fundó la estatal Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) y Panart terminó siendo el sello "Areito".
La familia Sabat se exilió en Estados Unidos. La muerte del visionario pasó inadvertida.
En Cuba la historia de la primera disquera ha sido sepultada y el extraordinario aporte de Sabat a la música cubana e internacional ha quedado en el olvido.
Catedral de la música
La casona de 1920 con paredes revestidas de paneles de madera mantiene el sonido especial de sus primeros años. El sitio es uno de los más antiguos estudios musicales que se conservan en el mundo y quienes graban allí dicen que es un espacio mágico.
Cantor-Navas asegura que muchos productores europeos y de otras regiones del mundo viajan a Cuba para grabar en los antiguos estudios Panart buscando que su música se impregne de la energía y la especial sonoridad de la llamada “catedral de la música cubana”.
Tal es el caso del afamado productor y guitarrista Ry Cooder, que juntó en los estudios creados por Sabat a glorias olvidadas de la música cubana para grabar el éxito mundial Buena Vista Social Club.
"The Complete Cuban Jam Sessions"
Judy Cantor-Navas, que por años ha estado investigando y promoviendo la historia de Panart y de Ramón Sabat, dijo a los oyentes de Radio Martí que aún le queda mucho por explorar en este capítulo de la música cubana y que tiene entre sus proyectos un libro sobre el tema.
Ya ha hecho un enorme aporte como productora de la exquisita colección: "The Complete Cuban Jam Sessions", del sello Craft Recordings, que consiste en 5 discos que compilan en su formato original las descargas de jazz grabadas en los estudios Panart entre 1956 y 1964.
Con esta obra, la fiesta irrepetible celebrada por Cachao, Julio Gutiérrez, Niño Rivera, José Fajardo,Tata Güines, Generoso Jiménez, Guillermo Barreto, Orestes López, Walfredo de los Reyes, Pedro Jústiz “Peruchín” y Francisco Fellove en la casona de Centro Habana, se inserta en la era digital.
[Redactado por Isabel Espronceda a partir del programa Entre Nosotros de Orlando González Esteva]