El hallazgo de un cadáver en el tanque que provee de agua corriente al hospital Iván Portuondo de San Antonio de los Baños, provincia de Artemisa, vino a dar otro puntillazo al ya desacreditado sistema de salud cubano.
“Yo sí sé que él a veces vendía zapatos en la puerta de su casa y que le decían Villo Mantilla y lo encontraron ahí y hacía 15 días que estaba ahí”, dijo Bárbara Fernandez, vecina del difunto.
“No sé de qué manera él cayó en el agua, que es el agua potable del consumo de los pacientes, de los enfermos, de los médicos”, narró Rolando Yuset Pérez Morera, también residente del lugar que está conmocionado por el macabro suceso.
“Dentro de la cisterna encontraron basura, una silla de rueda, una asquerosidad inmensa”, dijo Pérez Morera.
Aparentemente el cuerpo en descomposición de Vilo Mantilla, un exempleado y paciente del propio centro hospitalario fue descubierto el sábado (20 de abril) por trabajadores de la institución que decidieron revisar la cisterna, debido al mal olor que despedía el agua que consumían.
“Limpiaron con la Dirección de Salud Pública y mandaron a ponerle un candado permanente a la tapa de la cisterna. Él usaba sonda porque tenía problemas de cáncer de la próstata. Lo que no se sabe es si lo tiraron, si se tiró, si se cayó, supuestamente están investigando”, dijo Pérez Morera.
Una empleada de Medicina Legal del hospital se negó a confirmar a Radio Martí qué medidas se tomaron por parte de las autoridades y si la policía continúa con la investigación.
Hasta el momento la prensa oficial tampoco ha dado información sobre el hecho.