El presidente saliente Donald Trump firmó el lunes una proclama que pone fin a la prohibición de vuelos hacia Estados Unidos, procedentes de Europa (Área Schengen), el Reino Unido (excluyendo los territorios de ultramar fuera de Europa), Irlanda y Brasil.
Poco después de que se hiciera pública la orden de Trump, la portavoz de Biden, Jen Psaki, tuiteó: "siguiendo el consejo de nuestro equipo médico, la Administración no tiene la intención de levantar estas restricciones el 26 de enero" y agregó que "con el empeoramiento de la pandemia y el surgimiento de variantes más contagiosas en todo el mundo, este no es el momento de levantar las restricciones a los viajes internacionales".
La orden de Trump considera que ya no es perjudicial para los intereses de los Estados Unidos y que es de interés nacional "terminar la suspensión de entrada a los Estados Unidos de personas que han estado físicamente presentes en esas jurisdicciones".
La orden deja vigente la prohibición de entrada a EEUU de las personas procedentes de China e Irán.
Para tomar esta decisión el presidente afirmó que tuvo en cuenta la instrucción de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de exigir que a partir del 26 de enero de 2021, todos los pasajeros deben presentar una prueba de COVID-19 negativa o documentación de haberse recuperado del COVID-19.
Además el presidente saliente mencionó que el Secretario de Salud y Servicios Humanos de su gobierno ha explicado que esta acción de los CDC ayudará a evitar que los pasajeros propaguen el virus en los Estados Unidos y que espera la cooperación de esas jurisdicciones para implementar los protocolos requeridos por EEUU.
"Los funcionarios de salud pública en las jurisdicciones tienen un historial comprobado de trabajo con los Estados Unidos para compartir datos de tendencias y pruebas de COVID-19 precisos y oportunos, y Estados Unidos tiene colaboraciones activas con las jurisdicciones con respecto a cómo hacer que los viajes sean seguros entre nuestros respectivos países", afirma la nota.
Sin embargo, destaca que esta cooperación "contrasta radicalmente con el comportamiento de los gobiernos y las empresas estatales de la República Popular China y la República Islámica del Irán, que reiteradamente no han cooperado con las autoridades de salud pública de los Estados Unidos ni han compartido información oportuna y precisa sobre la propagación del virus".
"Las respuestas de esas jurisdicciones a la pandemia, su falta de transparencia y su falta de cooperación con los Estados Unidos hasta ahora en la lucha contra la pandemia, ponen en duda su cooperación en la implementación de la orden de los CDC del 12 de enero de 2021", añade.