Manifestantes enfurecidos por ataques aéreos estadounidenses en Irak protestaron violentamente el martes frente a la embajada de Estados Unidos en Bagdad, provocando incendios y arrojando piedras, mientras fuerzas de seguridad y guardias les disparaban gases lacrimógenos y bombas de estruendo para repelerlos.
En Washington, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a Irán de orquestar la violencia y dijo que considerará a Teherán responsable. Funcionarios estadounidenses dijeron que enviaron más tropas a la embajada.
Un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que los reportes de funcionarios iraquíes de que el embajador había sido evacuado eran falsos.
Matt Tueller estaba en un viaje personal previamente programado y estaba regresando a la embajada, dijo el funcionario. No había planes para una evacuación.
El domingo, aviones estadounidenses atacaron bases pertenecientes a una milicia respaldada por Irán, en un momento en que multitudinarias protestas remecen el sistema político iraquí.
La manifestación frente la embajada parecía escalar el conflicto entre Washington y Teherán, un actor muy influyente en Irak.
Los ataques aéreos de Estados Unidos contra las bases de las milicias respaldadas por Irán mataron al menos a 25 combatientes e hirieron a 55.
El bombardeo a la milicia Kataib Hezbollah se produjo en respuesta a la muerte de un contratista civil estadounidense en un ataque con proyectil contra una base militar iraquí.
"Irán mató a un contratista estadounidense, hirió a muchos. Respondimos con fuerza y siempre lo haremos. Ahora Irán está orquestando un ataque contra la embajada de Estados Unidos en Irak. Ellos serán responsabilizados completamente", afirmó Trump en su cuenta de Twitter.
Fuera de la embajada en Bagdad, manifestantes lanzaron piedras contra la rejas y otros coreaban: "¡No, no, Estados Unidos! ... ¡No, no, Trump!". Fuerzas especiales iraquíes se desplegaron alrededor del edificio para protegerlo.
Unidades iraquíes de contraterrorismo, entrenadas por militares estadounidenses, fueron enviadas más tarde para reforzar la seguridad en la sede diplomática.
Fuentes médicas dijeron que 12 milicianos resultaron heridos por el gas lacrimógeno y granadas de aturdimiento disparadas para dispersar a la multitud.
El diario Washington Post informó que los diplomáticos y el personal de Estados Unidos estaban refugiados en una habitación fortificada en la embajada, según dos personas a las que contactó a través de una aplicación de mensajería.