El Tribunal Supremo Electoral salvadoreño oficializó el vienes el escrutinio final de las elecciones presidenciales y confirmó que el presidente Nayib Bukele fue reelegido con 82,6% de los votos.
En segundo lugar quedó Manuel Flores, del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), con 6,2%, según el computo oficial del Tribunal Electoral.
"En 2019, ganamos la presidencia en primera vuelta, con más votos que todos los demás partidos juntos. Pero en 2024, ganamos con prácticamente todos los votos de todos los partidos del 2019, juntos, incluyéndonos a nosotros mismos. Gracias a Dios. Gracias al pueblo salvadoreño", se pronunció Bukele en la red social X tras la confirmación de los resultados.
Joel Sánchez, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), se ubicó en la tercera posición con 5,4%, seguido del excapitán del ejército Luis Parada, de Nuestro Tiempo, con 1,99%; luego Javier Renderos, de Fuerza Solidaria, con 0,72 %, y después Marina Murillo, del Frente Patriótico Salvadoreño, con 0,5%.
De acuerdo con el escrutinio, el 52,6% de los 6,2 millones de salvadoreños aptos para ejercer el sufragio en el país y en el exterior ejerció el voto. El resto no acudió a las urnas ni sufragó a través de internet.
Mientras que 3,1 millones de salvadoreños sí ejercieron su voto, un total de 2,9 millones eludieron el llamado. Hubo un total de 60.027 votos nulos, 15.064 abstenciones y 1.760 sufragios impugnados.
"Aquí ha quedado expresada la voluntad del soberano", dijo en conferencia de prensa la presidente del Tribunal Supremo Electoral, Dora Esmeralda Martínez, quien destacó que "hubo una participación masiva". En estos comicios se superó la participación en la elección presidencial de 2019, en la que 2,7 millones ejercieron el sufragio, con una participación del 51,8% del padrón.
La presidente del Tribunal aprovechó para rechazar las acusaciones de algunos partidos políticos, que han puesto en duda el manejo de los paquetes electorales en su trayecto a la sede del Tribunal.
"Damos fe de la integridad de estas elecciones, de la integridad del voto que está en esas cajas (urnas); podemos asegurar que la cadena de custodia no se ha roto", declaró Martínez, que exhortó a los partidos a "respetar la voluntad del pueblo salvadoreño".
La victoria de Bukele confirmó los pronósticos de todas las encuestas, entre ellas la de la Universidad José Simeón Cañas (UCA), dirigida por jesuitas, en la que Nuevas Ideas aparecía con 81,1% de intención de voto.
Este será el segundo mandato de cinco años de Bukele, quien en 2019 ganó en la primera vuelta, en la que superó a una coalición de partidos de derecha. Asumirá el nuevo mandato el 1 de junio.
El presidente salvadoreño, que goza de una alta popularidad, basó su campaña en el combate a las temibles pandillas, y advirtió a los salvadoreños que si su partido no ganaba las elecciones presidenciales y legislativas se ponía en riesgo la guerra contra estas organizaciones criminales.
Pese a los constantes cuestionamientos de partidos políticos y organismos defensores de los derechos humanos a su candidatura —por contravenir la prohibición constitucional que impide la reelección inmediata—, Bukele logró que el poder judicial la habilitara.
El domingo, poco después del cierre de la votación y en un acto que concentró a miles de sus seguidores en la Plaza Cívica del centro histórico de San Salvador, Bukele se proclamó ganador y dijo que había roto "todos los récords de todas las democracias en toda la historia", pese a que aún no había resultados oficiales.
"Nunca un proyecto había ganado con la cantidad de votos que hemos ganado este día. Es literal, el porcentaje más alto de toda la historia", agregó desde el balcón del Palacio Nacional, donde lo acompañaba su esposa.
Bukele también dijo que Nuevas Ideas había ganado 58 de los 60 diputados de la Asamblea Legislativa, un punto clave para mantener el régimen de excepción y su política de seguridad centrada en el combate a las pandillas.
Se prevé que en las próximas horas el Tribunal Electoral inicie el escrutinio final de la elección de diputados.
La confirmación de la victoria de Bukele se complicó debido a que falló el sistema de transmisiones, el cual sólo permitió que 6.015 actas de la elección presidencial fueran digitalizadas, quedando pendientes 2.547. El Tribunal ordenó que se iniciara un escrutinio final para revisar todas las actas y contar voto por voto.
Bukele se convirtió en un fenómeno político por sus medidas para fortalecer la seguridad. Dos años después de implementar su régimen de mano dura contra las pandillas, más de 76.000 personas permanecen encarceladas, la mayoría sin que haya una sentencia en su contra.
Organizaciones nacionales e internacionales han cuestionado a Bukele, criticándolo de presuntas violaciones a los derechos humanos, pero el mandatario los acusa de defender a los criminales, que durante más tres décadas controlaron gran parte del territorio.
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