Ataques de las FARC causaron la muerte de cuatro soldados y la interrupción del bombeo petrolero por el segundo mayor oleoducto de Colombia, informó el Ejército el miércoles, en medio de un recrudecimiento de la violencia y el llamado de la guerrilla marxista a un cese bilateral del fuego durante el diálogo de paz.
Los militares murieron el miércoles cuando guerrilleros activaron explosivos al paso de una patrulla y luego le dispararon con fusiles y ametralladoras en una zona selvática del departamento del Caquetá, en el sur del país, detalló el Comando del Ejército.
Horas antes, el Ejército reportó otros dos ataques con explosivos contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas que provocaron un considerable derrame de crudo en el río de Tibú, que desemboca en El Catatumbo, fronterizo con Venezuela.
Esos atentados, ocurridos el martes cerca de los municipios de Teorama y Tibú, en el departamento de Norte de Santander, y que la fuerza militar también atribuyó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), causaron la suspensión del bombeo de crudo por el oleoducto.