Con la nueva política de precios en Cuba, a partir del 1 de enero, muchos no podrán pagar medicamentos como los antióbicos y analgésicos, entre ellos la socorrida dipirona, que verán multiplicado su costo a una suma que escapa al bolsillo de los más vulnerables, los ancianos.
Según la lista, publicada por el Ministerio de Finanzas y Precios, antibióticos como la amoxicilina, ampicilina y cefalexina, entre otros, verán casi quintuplicados su costo, sobrepasando los 100 pesos, y 50 tabletas de 500mg de dipirona costarán hasta 47.80.
Continuarán bajo el subsidio estatal, distribuidos a través del llamado tarjetón, los "fármacos asociados a enfermedades crónicas con tratamientos permanentes, productos de medicina natural y tradicional, productos de óptica", así como los "artículos médicos del Centro Nacional de Ortopedia Técnica Cuba-RDA y los servicios de reparación de calzado ortopédico", informó la oficialista Agencia Cubana de Noticias (ACN) en una nota que no incluye las afectaciones a otros fármacos.
Una madre con niños pequeños que requieren tratamientos continuos de antibióticos criticó la medida en un comentario al reporte de ACN:
"De todos los cambios lo único que me preocupa es los precios de los medicamentos. Según lo establecido en la ley que exonera de pagos de medicamentos, solo se aplica a las personas de bajos recursos cuyo pago fijo mensual sea de $50.00 o más, o sea, los de tarjetón. En mi caso nunca ha procedido, aunque soy protegida por la asistencia social. Tengo 2 niños con varias patologías que los medicamentos que usamos, que son controlados por tarjetón, no llega a los $50.00 fijos mensuales, sin embargo, una de sus patologías es la inmunodeficiencia celular primaria, por lo que los hace más susceptibles a las infecciones. Requieren varios tratamientos antibióticos en el año, y de 2 a 3 ciclos de factor de transferencia o Ganmaglobulina. Ahora tengo que comprar 10 bulbos de factor de transferencia a 103 [pesos], serían $1030.00, (...) no alcanza la chequera para eso", comentó la mujer, que se identifica como Loamnys.
Algo similar ocurre con los jubilados. Aunque subirá el monto de la chequera, la cuenta no da cuando suman lo que tendrán que desembolsar por servicios como la electricidad y el gas licuado, y los productos de la canasta básica que se entregan de forma racionada a través de la libreta de abastecimiento.
Como dice Ana Prado, en otro comentario a la nota de ACN, "los precios de los medicamentos no pueden ser tan caros porque la población que los consume en mayor cantidad son los jubilados".
Otra usuaria, bajo el nombre de Siri, también se compadece de la situación de los retirados: "Un medicamento en cuba no puede tener esos precios por las nubes, pobres de los jubilados", señala.
De esta forma, la amenaza del gobierno del retiro de los subsidios alcanza a la sensible área de la salud, preservada por el régimen como una de sus "conquistas".