Congresistas republicanos del sur de la Florida han manifestado preocupación sobre la situación del programa de Admisión de Refugiados de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, congelado desde 2018, y han solicitado respuestas a los secretarios de Estado y de Seguridad Interna, Anthony Blinken y Alejandro Mayorkas.
En una carta a los mencionados funcionarios, los congresistas cubanoamericanos Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Carlos Giménez, preguntan sobre el estatus del programa conocido en inglés como Refugee Admissions Program in Cuba (USRAP), y si el gobierno tiene previsto su reanudación.
El pasado 22 de septiembre, preguntado sobre la posible reanudación del USRAP, un portavoz del Departamento de Estado dijo a Radio Martí que "no tenía nada que informar sobre el asunto".
En la misiva los legisladores señalan que “los refugiados en Cuba no han podido aprovechar este programa durante cuatro años en una época de creciente represión en la isla y en particular, a raíz de las históricas protestas del 11 de julio de 2021, cuando muchos activistas han sido encarcelados, han sido víctimas de abusos, acosados y perseguidos por ejercer sus derechos básicos”.
Por otro lado, recuerdan que muchos activistas a favor de la democracia han recibido sentencias carcelarias de décadas y que sus familiares también han sufrido diversas formas de persecución. Además recuerdan que el régimen no tiene reparos en aprovechar las relaciones familiares para silenciar a la disidencia.
“Como resultado, los firmantes anticiparíamos un número creciente de solicitantes de refugio en respuesta a la escalada represiva”, advirtieron los congresistas.
El USRAP quedó detenido en 2018, cuando la Administración del presidente Donald Trump decidió reducir al mínimo el personal en la embajada en Cuba, luego que decenas de diplomáticos reportaran afectaciones a la salud, que se investigan como el llamado Síndrome de La Habana.
En otra parte de la carta, los representantes manifestaron preocupación de que los refugiados sean víctimas de persecución por expresar su opinión política, o sus creencias religiosas, y queden atrapados en una isla prisión, sin el salvavidas que ofrece el programa.
“Muchos prisioneros y ex prisioneros políticos, así como otros activistas de derechos humanos, son individuos valientes que lo han arriesgado todo para exigir libertad. Creemos que ellos deberían hacer valer sus solicitudes de asilo y hacer que se les escuche”, afirman los políticos republicanos.
Los congresistas solicitaron a los destinatarios responder las siguientes interrogantes:
(1) ¿Cuáles son los planes inminentes de las agencias de EEUU, si los hay, para reanudar el programa de refugiados en Cuba?
(2) ¿Cuántas solicitudes de refugio se han presentado desde que se suspendió el programa en 2018?
(3) ¿Cuántas solicitudes de refugio están pendientes? ¿Cuántos nacionales cubanos han intentado presentar solicitudes de refugio desde que se detuvo el programa?
(4) ¿Cuánto personal consular sería necesario para reanudar este programa? Además del personal, ¿qué otros obstáculos impiden la reanudación del programa de refugiados en Cuba?
(5) ¿La creciente represión en la isla, como el aumento de los encarcelamientos y persecución de activistas a raíz de las protestas del 11 de julio de 2021, dan urgencia a que se reanude el programa de refugiados cubanos?
Los legisladores afirman estar orgullosos de la noble tradición de los Estados Unidos de dar la bienvenida a quienes buscan liberarse de la tiranía y remarcan que, de hecho, el presidente Joe Biden pareció respaldar este principio cuando declaró el 20 de septiembre de 2022, que “no era racional” enviar cubanos y otros que escapaban de la persecución, de regreso a la opresión comunista.
“Creemos que el mismo razonamiento se aplica a los nacionales cubanos que encaran la persecución desde el interior de la prisión de su isla, como aquellos que lo solicitan en otros lugares”, escribieron Díaz-Balart, Salazar y Giménez, quienes reiteraron su preocupación por la pausa de cuatro años del programa de refugiados, después de su suspensión inicial, y más de un año después de las protestas del 11 de julio de 2021.
“Por lo tanto, solicitamos información sobre los planes en cuanto a este importante salvavidas para quienes escapan de la aplastante opresión que inflige la dictadura al pueblo cubano”, concluyeron los congresistas.
La Embajada de Estados Unidos en La Habana anunció en septiembre último que reanudaría todos los servicios de visas de inmigrante en Cuba y aceleraría el procesamiento de la reunificación familiar cubana en 2023.
La Determinación Presidencial sobre Admisión de Refugiados 2022, firmada por Biden, incluyó a Cuba entre un puñado de países y regiones del mundo donde el programa puede procesar regularmente a los aspirantes en sus lugares de origen. Por lo general, los refugiados tienen que estar fuera de sus países para que los pueda procesar el USRAP.
En 2022, los refugiados cubanos formaban parte de un cupo de 15.000 para la región de América Latina y el Caribe como parte de un máximo mundial para el período de 125.000.
Para ser elegible para el estatus de refugiado en el programa de Admisión de Refugiados de los Estados Unidos, un ciudadano cubano debe demostrar que pertenece a uno de los siguientes grupos: miembros de minorías religiosas perseguidas, activistas de derechos humanos, ex prisioneros políticos, reclutados en los planes de trabajos forzados (1965-1968), personas privadas de sus credenciales profesionales o sujetas a otro trato desproporcionadamente duro o discriminatorio como resultado de sus creencias o actividades políticas o religiosas percibidas o reales.
En 2021, por los menos dos miembros de la sociedad civil independiente en Cuba viajaron a Estados Unidos con visas especiales otorgadas en la embajada en La Habana: el opositor de la Unión Patriótica de Cuba, Ovidio Martín Castellanos, con su esposa y dos hijos; y el periodista independiente y exprisionero político Roberto de Jesús Quiñones Haces.
A la pregunta de, si la emisión del visado a Martín Castellanos significaba que el Programa de Refugiados había sido restablecido, un vocero del Departamento de Estado dijo no tener nada que comentar y remitió a este reportero a una página de la embajada estadounidense en Cuba, con el encabezado: "El Programa de Admisión de Refugiados de los EE.UU. no está aceptando nuevas solicitudes o procesando casos en La Habana".
Foro