Sin agua y con constantes cortes de electricidad los cubanos se preparan para un verano que, según los especialistas, podría ser más caluroso de lo habitual.
Un total de 132.877 residentes de La Habana tienen afectaciones con el suministro de agua potable y las autoridades reconocen que no existe una solución inmediata para el problema, pues parte de los equipos que necesitan llegarán al país a finales de agosto.
Ricardo Limias Díaz, delegado del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), dijo que prevén montar un equipo en Ariguanabo para incrementar el suministro de agua a las zonas de Marianao, Playa y La Lisa y acelerar la reparación de los que se encuentran fuera de servicio. No obstante, aclaró que en estos momentos están esperando que los pedidos lleguen al país.
“Se está trabajando una importación, la primera parte de 12 equipos se espera arribe el día 31 de julio y deben incorporarse en la primera semana de agosto. La segunda parte de esos equipos, hasta completar 23, debe llegar a finales de agosto”, aseguró el funcionario al periódico oficial Tribuna de La Habana. Asimismo, precisó que tampoco cuentan con el alambre requerido para las reparaciones y cuya importación podría demorar más de un mes.
Al cierre del 30 de junio, los municipios más afectados en la capital con el abasto de agua eran Cerro, Centro Habana, La Habana Vieja, Plaza y Diez de Octubre, con más de 64.000 personas que reciben el servicio proveniente de Cuenca Sur; seguidos de La Lisa, Playa y Marianao, con más de 46.000 residentes que se abastecen desde Ariguanabo.
Tras un recorrido de las autoridades por la capital para "evaluar" la situación, Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Comité Provincial del Partido en La Habana, dijo que están buscando “variantes que posibiliten en el menor plazo posible aliviar el complejo panorama con el suministro del líquido que afecta a miles de familias” pero aclaró que aunque con la instalación de los 23 motores nuevos habrá una mayor estabilidad en el suministro, “no es una solución inmediata”.
“Nunca van delante de los problemas, siempre detrás. Ahora fue que se dieron cuenta que deben adquirir motores o bombas para el abasto de agua....para sustituir las roturas....es decir que la solución será para finales del verano”, cuestionó Mario Ernesto González en los comentarios del artículo, replicado por Granma.
“Agua, electricidad, comida, salario, medicina, infraestructura, presos, y para qué hablar de deudas..... Los millones que gastaron en hoteles y otros gustos pero no en infraestructuras para el pueblo”, agregó Rafael Quiques.
Mientras persisten los problemas, las autoridades han recurrido a las pipas para distribuir agua potable, pero los cubanos se quejan porque es tanta la demora que, en la mayoría de los casos, deben pagar por el servicio de sus propios bolsillos.
"En Alturas de Belén, Marianao, no tenemos agua hace más de una semana, pero lo peor es que Aguas de La Habana dice que garantiza el suministro con pipas y brillan por su ausencia. No vienen si no se les da dinero. Ya no tengo agua para beber. Soy una anciana, enferma, y vivo sola. ¿Se imaginan? Solo espero que las autoridades solucionen este grave problema", cuestionó Maria Teresa Castro Torres en el reporte oficial.
Los problemas en el abasto de agua no son solo en la capital. Es una crisis que afecta a casi todas las regiones del país. La semana pasada un grupo de vecinos de la localidad Guatemala, perteneciente al municipio holguinero de Mayarí, protestaron en la calle porque no tenían servicio de agua potable desde hace más de cuatro meses. En todo ese tiempo, dijeron, les enviaron una pipa en una sola ocasión.
Autoridades en varias provincias han reconocido que no es solo la sequía la causa del problema, sino el deterioro de la infraestructura. En Las Tunas la directora de Acueducto y Alcantarillado dijo a la prensa local que la situación la conocen en todas partes. “Lo sabe el país, pero no tienen una respuesta material a corto plazo”, aseguró Piedad Herrera Núñez.
“Tenemos equipos de bombeo porque los reparamos y recuperamos con el apoyo de Acinox Las Tunas y de otras entidades, pero los arreglamos hoy, y se dañan mañana. Así que, de momento, parece que todo va bien y, al menor detalle, ya se les rompe algo y vuelve la crisis”, comentó la funcionaria.
Los camagüeyanos también llevan meses cargando cubos de agua. Tras las inundaciones de junio el problema parecía haberse resuelto pero la situación continúa igual de crítica.
"Desde el mes de noviembre, si ha entrado 5 veces agua a Sociedad Patriótica, reparto La Caridad, es mucho. Es un calvario vivir en este país", dijo una vecina la semana pasada al periodista independiente José Luis Tan Estrada.
"Aquí en La Caridad, me cayó dos veces nada más en el mes, los días 8 y 22. No fue tanto, nunca se llenó la cisterna… El agua que nos ponen para el consumo está negra y con un alto olor a zanja, quizás a eso se debe el brote tan grande de vómito y diarreas", comentaron otros vecinos.
"Auxilio, no tenemos agua", decía un cartel colgado este fin de semana en el balcón de un apartamento en el batey Agüica, una pequeña localidad perteneciente al municipio Colón, en Matanzas. A las pocas horas, las autoridades les enviaron dos pipas a los pobladores.
En medio de ese panorama, la red eléctrica del país atraviesa por una situación precaria con fallos y roturas en varias de sus ocho centrales termoeléctricas. La falta de inversiones y la escasez de combustible han empeorado la situación. Aunque las autoridades programaron las labores de mantenimiento en los primeros meses del año con el fin de que las termoeléctricas estuvieran en mejores condiciones para el verano, los problemas persisten.
“Se encuentra fuera de servicio por avería la unidad 5 de la CTE Mariel, unidad 1 de la CTE Habana y unidad 2 de la CTE Felton. Se encuentran en mantenimiento la unidad 5 de Nuevitas y la unidad 6 de la CTE Renté”, informó este lunes la Unión Eléctrica de Cuba.
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