Patricia “Patti” Ann Morton rompió el techo de cristal para las mujeres en el Departamento de Estado de Estados Unidos con su persistencia y fuerza en nombre de la diplomacia.
Morton fue la primera mujer en convertirse en agente de seguridad del Departamento de Estado en 1972, un puesto que ahora se conoce como agente especial del Servicio de Seguridad Diplomática. Pero sus colegas la llamaban “Pistol Packin’ Patti” (en inglés) por su excelente puntería y precisión con la pistola Magnum 357 que llevaba en su bolso mientras estaba en sus misiones.
“Cuando pienso en ser la primera mujer agente de seguridad, lo que más pienso es que espero haber hecho el mejor trabajo posible, y que sea más fácil para los que vengan después”, dijo en una historia verbal (en inglés) años después.
Morton fue aceptada en el Cuerpo Diplomático de Estados Unidos en 1965. La primera mujer (en inglés) que entró en el Cuerpo Diplomático lo había hecho sólo cuatro décadas antes, y Morton seguía formando parte de un grupo mayoritariamente masculino.
Destinada a la embajada de Estados Unidos en Saigón en 1974, Morton se convirtió en la primera mujer oficial regional de seguridad. Supervisó a los infantes de marina que custodiaban el edificio y escribió la guía de evacuación de la embajada, para caso de emergencia.
Esa guía salvó la vida del personal de la embajada un año después, cuando Saigón cayó en abril de 1975.
Un supervisor masculino pensó que la situación era demasiado peligrosa para una mujer y ordenó a Morton que abandonara la embajada varias semanas antes de la evacuación. Morton se resistió, por lo que el supervisor masculino exigió al oficial médico que le ordenara marcharse. Morton se mantuvo firme una vez más y pidió un examen físico, insistiendo en que los resultados se pusieran por escrito y se adjuntaran a su orden médica de salida.
“Me sometí al examen físico porque no quería que las mujeres, para siempre, tuvieran que cargar con el peso de que la gente dijera: «Ves, las mujeres no pueden hacer frente a una situación de crisis de emergencia»”, dijo Morton. “Pasé el examen físico con éxito”.
En contra de sus objeciones, la obligaron a marcharse. Nunca le devolvieron sus pertenencias de la embajada.
Morton siguió en el Servicio Diplomático hasta su jubilación en 1994. Viajó por todo el mundo, trabajando en Nepal y los Países Bajos, antes de establecerse de nuevo en Washington.
“Lo que hace que Patti destaque es el grado en el que pensaba en el futuro, pensando en la formación para otros, en los recursos para otros, y en ayudar a otros a aprender de sus experiencias”, dijo el director del Instituto del Servicio Diplomático, el embajador Daniel B. Smith, en el evento virtual de Héroes de la Diplomacia de Estados Unidos (en inglés) celebrado en honor a Morton y otros el 28 de julio de 2020.
“Fue realmente una pionera”.