A cualquier hora del día o de la noche, grandes congregaciones de personas se dan cita en Café Versailles. Ahí, a lo largo de la famosa Calle Ocho, estos fieles clientes prueban las delicias cubanas que salen de la cocina, disfrutan de un postre críollo, o se toman un cafecito en la famosa ventanita de este icónico restaurante.
Los asiduos clientes discuten de política, deportes, o cualquier tema del día. Pero hoy, esos voluminosos grupos, compuestos de residentes locales asi como de turistas, han casi desaparecido.
El alcalde del condado, Carlos Giménez, ordenó el cierre de todos los restaurantes de Miami-Dade con el fin de controlar la creciente propagación del coronavirus. El resultado: un sin número de personas se ha quedado sin empleo, incluyendo 400 trabajadores del Versailles y otros restaurantes que forman parte de esta empresa.
“Las pérdidas son tremendas”, dijo al Miami Herald, Felipe Valls, presidente de Valls Group
Pero no todos los negocios en el Sur de la Florida han sufrido estas tremendas pérdidas, debido a la creciente epidemia imunológica que enfrenta el mundo entero. Sedano’s Supermarkets, otra poderosa empresa cubana en Miami, no da abasto con la demanda en sus tiendas. Sus gerentes decidieron contratar a aquellas personas que perdieron sus trabajos de Café Versailles y de los otros restaurantes del Grupo Valls.
“Estamos pasando mucho trabajo,” manifestó Javier Herrán al Miami Herald. El jefe de mercadotécnica de dicha cadena de supermercados añadió que sus tiendas necesitan mucha ayuda.
Sin embargo, en medio de todo este caos, sí existe un alivio, al menos para aquellas personas que no pueden vivir sin su coladita ni sin arroz con frijoles. La ventanita de Café Versailles se mantendrá abierta, asi como la cocina, que aceptará peticiones para la recogida de comida.
