En un análisis publicado por la organización Cuba Siglo XXI, el ex general cubano Rafael del Pino, actualmente en el programa de protección de testigos de Estados Unidos, demuestra cómo primero la URSS, y luego Rusia, han involucrado a Cuba en actividades de alto riesgo convenientes a sus intereses estratégicos, para luego dejar desprotegida a la isla.
Washington ha logrado neutralizar las amenazas de Cuba, Rusia y Siria
Del mismo modo, Del Pino examina diversas situaciones históricas en que Washington ha logrado neutralizar las amenazas de Cuba, Rusia y Siria al combinar de manera equilibrada la diplomacia secreta junto a diversas acciones punitivas, incluidas las militares.
Juan Antonio Blanco, director de la entidad con sede en Madrid, dijo a Martí Noticias que la evaluación que hace el general Del Pino, y con la que Cuba Siglo 21 coincide, es que, en el panorama actual, el gobierno de Putin puede enviar de forma rotativa a Cuba naves aéreas o navales, "que puede ser submarinos o puede ser un bombardero, de visita amistosa a la República de Cuba", como es el caso del envío del barco de la flota del Báltico, que es un barco de guerra con cadetes, un detalle que apenas se menciona en la propaganda oficial cubana.
"Se habla de que van a jugar ajedrez y fútbol con los cubanos, y que traen una carga humanitaria que nadie ha clasificado todavía (...), evidentemente, tratando de vestir de humanitaria una visita que tiene un carácter militar", subrayó Blanco.
La idea de estabilizar este flujo de visitas de navíos rusos con armas nucleares a Cuba es la de permitirle a Vladímir Putin hacer un chantaje nuclear creíble, opinó.
"El mismo papel teatral que (Putin) ha montado en Europa. Si me acosan voy a apretar el botón nuclear... Eso mismo lo quiere hacer a 90 millas de Estados Unidos. (...) Hay que cortarlo desde el principio", concluyó el director de Cuba siglo 21.
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