El ministro de Economía y Planificación cubano, Alejandro Gil Fernández, informó que en febrero próximo el régimen "avanzará en la presentación de propuestas para redimensionar el mercado cambiario”.
Eso incluye, indicó, la intervención del mercado informal y el control del tipo de cambio en el país, así como la determinación de la tasa de cambio y la formación de precios.
Gil no precisó cuál será la tasa de cambio oficial que planean imponer. Actualmente, el valor del dólar estadounidense en el mercado informal ronda los 280 CUP, mientras la tasa de cambio oficial se mantiene en 120.
Durante una reunión del Consejo de Ministros, el funcionario salió una vez más a defender públicamente el “paquetazo” de medidas anunciadas por el régimen a finales del año pasado que ha generado gran descontento en la población.
En su intervención, Gil Fernández reiteró que es interés del Gobierno “recuperar los flujos de remesas, incentivar su captación y estudiar la factibilidad de nuevos canales, plataformas y el empleo de escenarios digitales” y “operaciones bancarizadas de cobros y pagos desde el exterior”.
Sobre la subida de los precios de servicios básicos, justificó la medida explicando que lo hacen para “incentivar el ahorro, hacer un uso más eficiente de los recursos, y buscar una distribución más justa y equitativa de la riqueza que se genere”.
“Ese es el sentido de las tarifas y de los precios que estamos actualizando, porque se han quedado rezagados en el tiempo, desconectados de los costos, y hoy por hoy lo que realmente está sucediendo es que se está incentivando el derroche”, dijo.
Para el gobernante Miguel Díaz-Canel estas “son medidas orientadas al beneficio del pueblo. Si crecemos en la economía, si dependemos menos de las importaciones, si exportamos más e incrementamos la captación de divisas que el país necesita, ¿para quién es eso?, es para la población”.
Tras el anuncio, publicado en el sitio de la Presidencia, el economista Pedro Monreal advirtió que hay una diferencia entre “intervención” y “política cambiaria”.
“La intervención (un instrumento) puede ser útil para contener fluctuaciones en la tasa de cambio y estabilizarla, pero no es efectiva para hacer cambios permanentes en tasas resultantes de una política cambiaria que no es compatible con la política macroeconómica general”, cuestionó.
El especialista analizó dos posibles escenarios con la puesta en marcha del paquetazo. “La ausencia del dato oficial de la tasa de 'equilibrio' de cambio del peso cubano es uno de los principales 'puntos ciegos' de la discusión sobre el nuevo paquete económico”.
“Una tasa de 'equilibrio' entre 50 y 53 CUP/USD representaría una devaluación de 108 a 121% respecto a la tasa oficial actual, mientras que una tasa entre 74 y 77 significaría una devaluación de 208 a 221%. Serían devaluaciones grandes”, precisó.
“Las autoridades monetarias disponen en Cuba de un cierto margen de 'separación' entre la tasa de 'equilibrio' y la tasa oficial, pero no al extremo de que pueda desdeñarse la tasa de 'equilibrio' pensando que eso no tendría consecuencias negativas. Si realmente un objetivo del paquete actual es corregir distorsiones, entonces debería superar la irracionalidad cambiaria actual y reemplazarla por un enfoque económicamente fundamentado, guiado por un estimado de tasa de 'equilibrio'”, concluyó.
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