Después que el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba reconociera la existencia de una red de trata de personas que recluta a ciudadanos de la Isla para enviarlos al frente en la invasión de Rusia contra Ucrania, la revista estadounidense TIME publicó una investigación en la que expone varios elementos que ponen en duda el presunto desconocimiento del régimen sobre lo que estaba ocurriendo.
TIME revisó 199 pasaportes de cubanos, de entre 18 y 69 años, que parecen haberse alistado en el ejército ruso desde mediados de julio, y relacionó a más de 20 con perfiles de redes sociales que corroboraron sus nombres, rostros y lugares de origen.
“Algunas de las imágenes incluyen fotografías de sus tarjetas de migración rusas, en las que se indica que el motivo de su visita al país es turismo”, explica el texto que apunta a que “el indicio más claro de que la gran mayoría no actuó como si estuvieran participando en un plan ilegal, proviene de sus propias publicaciones, en las que compartieron fotos con tanques y uniformes militares rusos y se jactaron de estar enviando dinero a casa”, dijo la publicación.
“La idea de que el gobierno no estuvo involucrado es ridícula. Nada sucede sin su participación”, dijo a TIME Chris Simmons, un experto cubano en espionaje y ex oficial de contrainteligencia de la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos. Su opinión, puntualizan, fue respaldada por varios expertos consultados para la investigación.
Docenas de los pasaportes revisados para la investigación habían sido emitidos recientemente, lo que hace poco probable, según los expertos, que el gobierno no hubiera detectado el éxodo repentino de cubanos.
“Los analistas rechazan la posibilidad de que La Habana desconociera el impulso de reclutamiento. Varios reclutas dijeron a familiares que hablaron con TIME, así como a grupos de derechos humanos, que los funcionarios cubanos intencionalmente no sellaron sus pasaportes antes de salir del país para abordar su vuelo a Moscú”, señala el reporte.
“Al comprometerse a procesar cualquier reclutamiento ilegal, el gobierno cubano obtiene lo mejor de ambos mundos: Apoya a su aliado y como los pasaportes no están sellados, no hay responsabilidad por el recuento de cadáveres, porque no hay pruebas de que alguna vez se hayan ido”, explicó Simmons.
La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC), con sede en Miami, dijo a la revista que de los 746 reclutas que han rastreado hasta el momento, al menos 62 parecen ser parte de las Avispas Negras, un grupo perteneciente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba emitió una declaración del 4 de septiembre pasado en la que aseguran que el gobierno “no es parte del conflicto bélico en Ucrania”. Cuatro días después informaron que habían arrestado a 17 personas en relación con la presunta red de tráfico de cubanos a Rusia.
“Las acusaciones de tráfico pueden ser un intento del gobierno cubano, un antiguo aliado de Rusia, de mantener su declarada neutralidad en la guerra en Ucrania”, dijeron a TIME cuatro expertos en Cuba y ex funcionarios estadounidenses.
No está claro cuántos cubanos fueron reclutados. Los correos electrónicos pirateados revisados por TIME sólo documentan a los casi 200 reclutas que pasaron por la oficina militar en la ciudad rusa de Tula en julio y agosto. No obstante, las estimaciones de los grupos de derechos humanos oscilan entre los 750 y más de 1.000, dijo la revista.
Ucrania, que ha dejado claro que cree que La Habana está involucrada en el plan de reclutamiento, ha presionado públicamente para que las naciones occidentales tomen represalias "rompiendo relaciones diplomáticas con Cuba".
Hugo Acha, experto en crimen organizado transnacional del Centro para una Sociedad Libre y Segura y director de investigación del FHRC, explicó a TIME que tras la denuncia del gobierno de la supuesta red de tráfico de personas, quienes regresen al país podrían enfrentar hasta 30 años de prisión por delitos que incluyen luchar como mercenario o acciones hostiles contra un estado extranjero. Según dijo, luchar como mercenarios para Rusia también les impediría buscar asilo o estatus legal en muchos países, incluido Estados Unidos.
Las versiones del régimen de La Habana son contradictorias, señala la publicación. “El 14 de septiembre, el embajador de Cuba en Moscú dijo que su gobierno no se oponía a la participación de sus ciudadanos en la guerra de Rusia en Ucrania mientras fuera legal. Unas horas más tarde, el Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, aseguró que la nación prohíbe la participación de ciudadanos cubanos en conflictos de cualquier tipo y contra el mercenarismo".
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