La apertura de las embajadas y el acto izar la bandera de Cuba en Estados Unidos el pasado 20 de julio no marcó ningún cambio concreto en el funcionamiento de la Base Naval de Guantánamo, el más antiguo enclave militar estadounidense fuera de su territorio continental. La aseveración la hizo Kelly Wirfel, oficial de asuntos públicos de la base, a la publicación militarytimes.com.
"No hay impacto en la base en este punto. Seguimos ejecutando nuestra misión aquí", dijo Kelly, y agregó que las discusiones para la normalización de las relaciones son todas a un nivel mucho más alto que lo que está ocurriendo en la Bahía de Guantánamo.
La Habana ha pedido en repetidas ocasiones la devolución de la base de Guantánamo, arrendada a Estados Unidos en 1903. Wirfel dijo que el tema de la devolución de la base en Cuba no ha sido abordado de ninguna manera con el comandante de la base, el capitán David Culpepper.
En el encuentro del lunes pasado entre el secretario de Estado John Kerry y su par, el canciller cubano Bruno Rodríguez, este último reiteró la petición de la "devolución del territorio ilegalmente ocupado de Guantánamo, el pleno respeto de la soberanía y la compensación de nuestro pueblo cubano". Pero Kerry precisó a la prensa que "En este momento, no hay discusión y la intención de nuestra parte... para alterar el vigente tratado de arrendamiento u otros acuerdos con respecto a la estación naval en Cuba", concluyó.
La misión utilitaria
En junio, la Marina de Estados Unidos llevó a cabo un ejercicio de preparación para la posibilidad de un incendio o un accidente a lo largo de la línea de la cerca. En él participaron colaboradores médicos cubanos y los servicios de emergencia. Durante los ejercicios anuales, socorristas médicos han sido autorizados a cruzar la línea de la cerca, aunque aún no pueden entrar a la ciudad.
Wirfel dijo que la base también se está preparando para participar el próximo año en Integrated Advance, un ejercicio preparatorio para un "evento de migración masiva".
En la década de 1990 la base llevó a cabo la Operación Señal del Mar, donde prestó asistencia humanitaria a unos 50.000 inmigrantes cubanos y haitianos que acudían a Guantánamo en momentos graves de agitación política y social de sus respectivos países.
Aunque la contratación de mano de obra cubana concluyó hace años, el curso de las nuevas relaciones entre los dos países pudiera ser un vehículo apropiado para volver a subcontratar cubanos.
Hasta ahora, los niños que nacen dentro de la base son considerados ciudadanos estadounidenses y están obligados a solicitar un informe consular de nacimiento en el extranjero por medio de la Embajada de Estados Unidos en Jamaica.
"Ciertamente, la estación naval... juega un papel muy importante en un montón de cosas que suceden en el Caribe", dijo finalmente Wirfel.