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Realeza británica visita Cuba por primera vez este domingo


El príncipe Carlos y su esposa Camila durante una ceremonia en Kingstown, el 20 de marzo.
El príncipe Carlos y su esposa Camila durante una ceremonia en Kingstown, el 20 de marzo.

El príncipe Carlos y su esposa Camila se convertirán este domingo en los primeros miembros de la realeza británica que visitan Cuba cuando arriben a la isla de gobierno comunista como parte de una gira por el Caribe.

La pareja real realiza un periplo de 12 días que incluye visitas a San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Granada, Cuba y, para terminar, las Islas Caimán.

Muchas de las islas del Caribe son antiguas colonias británicas y la madre de Carlos, la reina Isabel, sigue siendo su jefe de Estado.

Este 24 de marzo, el prícipe Carlos y Camila, duquesa de Cornualles, aterrizan en La Habana para una visita de tres días a solicitud del gobierno británico, para resaltar los mejores lazos entre Gran Bretaña y Cuba, donde cenarán con el gobernante Miguel Díaz-Canel, reportó la agencia de noticias Reuters.

Carlos, el heredero del trono británico, se reunió ya con el gobernante cubano en noviembre pasado, durante una visita de Díaz-Canel a Londres.

La visita forma parte de una normalización más amplia de las relaciones entre la isla caribeña y las naciones occidentales, señaló Reuters.

La visita se produce en momentos en que el gobierno estadounidense, aliado cercano de Reino Unido, ha intensificado esfuerzos para poner fin a lo que considera la "troika de la tiranía" de América Latina: los gobiernos socialistas de Venezuela, Nicaragua y Cuba.

El senador Rick Scott, de Florida, estado que alberga a la mayor comunidad de exiliados cubanos, había instado públicamente a Carlos a cancelar su viaje a Cuba, y en cambio visitar Florida para reunirse con disidentes.

En un video publicado en Twitter, el embajador británico en Cuba, Antony Stokes, dijo que la visita refleja la creciente relación de Gran Bretaña con Cuba, incluida una mayor cooperación en la biotecnología y las energías renovables.

Carlos, un ecologista, visitará una granja solar en Cuba que está siendo construida por una compañía británica. También escuchará planes de la isla para enfrentar el cambio climático.

"Eso no significa que estemos de acuerdo en todo, no lo estamos, pero una diplomacia significativa puede ayudarnos a hablar más de cerca tanto en temas en los que estamos de acuerdo como en los que diferimos", dijo Stokes.

Un texto de bienvenida en el sitio en internet de la Embajada Británica en La Habana señala: "Trabajamos con el gobierno cubano en un amplio rango de áreas que incluyen el incremento del comercio bilateral y la reducción de la amenaza del crimen organizado".

Agrega que apoyan "el mejoramiento en los derechos humanos, reconociendo los avances positivos y planteando nuestras preocupaciones cuando las tenemos".

Varios post en la cuenta oficial de la embajada británica en Twitter promocionaban desde inicios de marzo la visita de sus altezas reales.

Memorial de Diana en La Habana

En un sitio del popular centro histórico de La Habana se encuentra un inesperado homenaje a la monarquía británica: Se trata de un pequeño jardín conmemorativo a la princesa Diana, la fallecida primera esposa de Carlos.

"Ella era una figura muy querida en Cuba", dijo a Reuters Margarita Rego, de 73 años, quien trabaja para la oficina del historiador de La Habana. Rego comentó que los cubanos habían leído y escuchado hablar de ella en revistas extranjeras.

Los cubanos depositan a veces flores al pie de una escultura de mármol del artista Juan Narciso Quintana que muestra un sol que representa su luminosidad, dijo Rego.

Sin embargo, muchos cubanos en la antigua colonia española saben poco de la realeza británica, mientras otros son indiferentes.

"Muchos extranjeros han venido aquí y sigue todo igual", dijo Julio Poyato, de 76 años, al quejarse de la frágil economía de Cuba, todavía altamente centralizada.

"No hay huevos, no hay pollo, no hay nada", dijo el exsoldador, que lucha por vivir con una pensión de alrededor de 10 dólares mensuales, en alusión a la escasez de productos básicos en la isla.

Carlos tiene previsto conocer a algunos de los empresarios que están dando nueva vida a la economía doméstica, a pesar de las fuertes restricciones, así como a un grupo de propietarios de autos clásicos británicos en La Habana.

Él y Camila concluirán su gira por el Caribe con una visita a Islas Caimán, un territorio británico de ultramar.

(Con información de Reuters, EFE y la Embajada Británica en La Habana)

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