El gubernamental Partido Socialista Obrero Español (PSOE, centroizquierda) bloqueó en el Congreso de los Diputados una declaración institucional que buscaba condenar la represión en Cuba.
Según Partido Popular (PP, oposición de centroderecha), el intento de negociar el documento fracasó, porque los socialistas no aceptaron referencias a la "dictadura cubana", ni tampoco la afirmación de que el régimen "no ha dado ningún paso que permita una transición a la democracia".
"No sé por qué no quieren llamar dictadura a Cuba. Es como si en época de Pinochet alguien no denominara el régimen de Pinochet", denunció Pablo Casado, presidente nacional del PP.
En una entrevista en la emisora EsRadio, el líder de la oposición en España anunció que su partido impulsará en el Parlamento Europeo la recuperación de la Posición Común sobre Cuba.
"Lo importante es que la UE recupere la Posición Común, que se perdió después del Gobierno del PP del año 96. Había una Posición Común que consistía en que con Cuba ni se comercia ni se habla, si no hay un respeto a los derechos humanos", afirmó Casado.
Además, el líder opositor pidió "incrementar" en Europa las "sanciones y cancelaciones de activos de los gerifaltes de estos regímenes", en alusión a dirigentes —y sus familiares— de Cuba, Venezuela y Nicaragua, quienes "expropian a la oprimida, encarcelada y aplastada población civil, y luego se vienen aquí a comprar a comprar edificios".
Esta sería la tercera vez consecutiva que el PSOE, que gobierna en alianza con los comunistas de Podemos, vota en contra de condenar la represión en Cuba, después de rechazar mociones similares en el Parlamento Europeo y en el Senado español.
Este sábado, los editoriales de la prensa española volvieron a destacar la situación de Cuba. En el caso de ABC, que aborda la liberación de su corresponsal en La Habana, afirma que "es el régimen quien debe rectificar, no sus ciudadanos. Y no es solo esta periodista quien debe quedar libre. Son muchos los detenidos injustamente".
Para El Mundo, "produce verdadero bochorno que el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell (...) ponga el acento en que las cosas han empeorado 'por las decisiones que tomó Trump', en vez de ejercer la máxima presión sobre la dictadura castrista".
"La pasividad —cuando no escandalosa connivencia en el caso de algunos grupos de izquierda— que están demostrando las instituciones europeas respecto a la isla, es una inadmisible irresponsabilidad", editorializa El Mundo.
Mientras tanto, El Español cuestiona que "la indolencia de la UE, que parece dar por pérdida la causa de la democracia en Cuba, contrasta con su auto atribuida condición de paladín de los derechos humanos".
"El PSOE ha mantenido un ruidoso silencio más acorde con la voluntad europea de 'esperar y ver' que con lo que es exigible a un país que debe liderar las iniciativas democratizadoras en Cuba y actuar de punta de lanza de la UE en la región", afirma El Español.