A dos años del encarcelamiento del rapero cubano Maykel Castillo, popularmente conocido como Maykel Osorbo, un grupo de activistas cubanos protagonizó este jueves una protesta frente a la Embajada de Cuba en Estados Unidos, en Washington D.C., para exigir su liberación y la de todos los presos políticos en la isla.
“Estamos aquí para denunciar que Cuba tiene más de mil presos políticos, que la sola existencia de los presos políticos evidencia que no hay derechos para ninguno de los cubanos”, declaró a Radio Televisión Martí la curadora Anamely Ramos, quien reside en Estados Unidos y ha sido desterrada de Cuba.
En imágenes difundidas por Ramos en su perfil de Facebook se observa un cartel de tela negra gigante, extendido sobre la acera, justo en la entrada de la misión diplomática, en el cual se lee Cuba de Luto. Una alusión al movimiento conformado por familiares de presos políticos cubanos, la mayoría de los cuales son manifestantes del estallido social de julio de 2021.
“Cada vez que un cubano intenta ejercer algún derecho que en otro país democrático es normal, como el derecho a la protesta, el derecho a la reunión, el derecho a la libertad de expresión, es detenido, es metido preso, y no hay quien ampare en una situación como esa”, explicó Ramos.
En uno de los videos compartidos en redes, la también profesora universitaria precisó que, al igual que en otras protestas realizadas allí, los funcionarios se mantienen al interior de la sede y ni siquiera salen para atender a quienes van a recoger la basura o llevar el correo. “Es impresionante, no representan absolutamente a nadie, no se representan ni a ellos mismos”, dijo.
Anamely Ramos recordó a Radio Televisión Martí que a Maykel Castillo se lo llevaron de su casa sin camisa ni zapatos, el 18 de mayo de 2021, y pasó 13 días en paradero desconocido; en el mismo momento en que el artista Luis Manuel Otero, su amigo y líder del Movimiento San Isidro, se encontraba bajo detención y tratamiento médico en el Hospital Universitario General Calixto García, en La Habana, luego de realizar en su vivienda una huelga de hambre que fuera interrumpida por la policía.
Sobre Maykel no hubo noticias hasta el 31 de mayo, el mismo día en que Luis Manuel fue dado de alta, a un mes de ser hospitalizado. Entonces se supo, gracias a la intermediación del Comité contra las Desapariciones Forzosas de Naciones Unidas y a la labor de la organización Prisoners Defenders, que el rapero se encontraba en la prisión 5 y Medio de máxima seguridad, en la provincia de Pinar del Río.
Dos días más tarde, el medio oficialista Cubadebate publicó una nota de confirmación del arresto, que sostuvo que Maykel se encontraba “asegurado con la medida cautelar de prisión provisional, acusado de los delitos de atentado, desórdenes públicos y evasión de presos o detenidos”, y negó que hubiera estado incomunicado.
“Se respetaron los términos de su detención y aseguramiento, se le comunicó la acusación, su familia fue notificada de la detención, ha mantenido comunicación con ella, se le hizo saber el derecho de nombrar abogado y este se personó en el proceso para ejercer su defensa”, agregó la nota.
Sin embargo, Anamely Ramos denunció en sus redes sociales entonces que Cubadebate mentía “descaradamente” y afirmó que ni la Seguridad del Estado ni la policía habían dado “razones sobre dónde estaba Maykel y sobre por qué había sido detenido” antes de que el organismo internacional intercediera.
El 30 y 31 de mayo de 2022, Maykel Castillo y Luis Manuel Otero, que había sido arrestado en el contexto de las protestas del 11 de julio en La Habana, fueron sometidos a juicio. Las dos jornadas transcurrieron bajo un fuerte operativo policial y militar alrededor del Tribunal Popular Municipal de Marianao y de las viviendas de periodistas independientes y activistas en la capital, para impedir que salieran a reportar o expresar su apoyo.
A Maykel lo sentenciaron a nueve años de privación de libertad, por los delitos de desacato, atentado, desórdenes públicos y difamación de las instituciones y organizaciones, héroes y mártires, y a Luis Manuel lo sentenciaron a cinco, por ultraje a los símbolos de la patria, desacato y desórdenes públicos, y cumple sentencia también en una prisión de máxima seguridad, pero en Artemisa.
Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, dijo entonces que ambos eran “ejemplos emblemáticos de cómo el gobierno de Miguel Díaz-Canel utiliza el sistema judicial para criminalizar a las voces críticas, incluyendo a través de cargos de supuestos delitos incompatibles con el derecho internacional”.
“La comunidad internacional debe seguir condenando públicamente estas prácticas, que atentan abiertamente con el pleno ejercicio de derechos humanos en el país”, enfatizó.
En el tiempo que llevan tras las rejas, ambos artistas han recibido múltiples distinciones y muestras de solidaridad y sus historias han sido contadas en los medios más importantes del mundo. Maykel Castillo, por ejemplo, ha ganado dos premios Latin Grammy, al ser uno de los autores e intérpretes del histórico tema Patria y Vida, y ha sido reconocido como preso de conciencia por múltiples organizaciones que también han reclamado su libertad. Entre ellas: Naciones Unidas, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Artist at Risk Connection de PEN América, Freedom House, PEN International, Human Rigths Watch, Freemuse, Human Rigth Fundation, Amnistía Internacional.
No obstante, la celebridad no ha salvado a Maykel de sufrir malos tratos en prisión. Anamely Ramos comentó a Radio Televisión Martí que en estos dos años ha hecho varias huelgas de hambre y sed, el sistema linfático ha comenzado a fallarle, ha tenido sarna y chinches, y ahora “le están molestando presos comunes, posiblemente mandados por la dictadura”.
“Y su caso no es para nada único, de hecho, hay muchos presos que lo están pasando peor que él, y es por eso que estamos aquí”, expresó, refiriéndose a su presencia en la protesta en Washington, que continuará este viernes 19 de mayo, fecha en que se conmemora la muerte en combate de José Martí.
Un comunicado de la organización Justicia 11J, publicado a comienzos de abril de este año, alertó sobre el agravamiento de la situación de vulnerabilidad de las personas privadas de libertad en Cuba. Solo en un mes, en marzo, pudieron documentar 82 incidentes de violaciones de derechos humanos y actos represivos al interior de las prisiones, y de ellos, 32 estuvieron relacionados con el deterioro del estado físico o emocional de 37 personas.
Anamely Ramos también resaltó que actualmente hay muchos niños separados de sus padres que están recibiendo atención psiquiátrica, debido al propio hecho de la separación o por haber sido testigos de acciones represivas contra sus familiares, y muchos ancianos “que se han quedado desamparados porque su sustento venía de sus propios hijos que hoy están presos”.
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