Una treintena de cubanos presentó el lunes una propuesta para iniciar un proceso de transición hacia la democracia en la Isla con “la participación activa de sectores del poder, de la oposición y de la sociedad civil, tanto de la isla como del exilio”.
“Los procesos de transición con mayor estabilidad y menor costo social son aquellos que involucran a sectores de las élites gobernantes que no hayan participado en actuaciones represivas”, indican los signatarios.
En ese sentido, Yaxis Cires, coordinador de Cuba Humanista y uno de los promotores de la iniciativa que está planteada en la plataforma change.org, subrayó:
“Ante el fracaso del régimen, en lo político, lo económico y lo social, el empobrecimiento que hay y la respuesta represiva del régimen a las protestas legítimas y cívica de los cubanos; el cambio político, la transición hacia la democracia, es ya una urgencia nacional”.
“Es importante que sectores de régimen que no estén implicados en la represión que no tengan las manos manchadas de sangre de otros cubanos, den un paso y comiencen a liderar, junto con la oposición y la sociedad civil independiente, el cambio”, opinó Cires.
El documento base incluye entre sus requerimientos una amnistía general para todos los presos políticos, una comisión independiente para investigar los abusos policiales cometidos tras las manifestaciones del 11 de julio y la creación de un corredor humanitario a favor de las familias, “sin injerencia del gobierno cubano”.
Igualmente formula la instauración de “una comisión independiente para la revisión de los casos de represión violenta y vejaciones”.
Asimismo pide a Estados Unidos y a la Unión Europea que encaminen los esfuerzos internacionales “en favor de una transición democrática en Cuba, involucrando a España y a los países miembros del Club de París”.
Es fundamental que “coordinen el apoyo internacional a las legítimas aspiraciones de los cubanos para que el país pueda vivir en paz y con prosperidad”, apuntó el directivo de Cuba Humanista.
La proposición critica el papel del Partido Comunista y de Miguel Díaz- Canel, “por su incitación a la confrontación violenta entre cubanos”.
“Las protestas de los días 11 y 12 de julio del presente año fueron un estallido genuinamente político, social y espontáneo, abarcando más de 30 localidades a todo lo largo de la isla y mostrando el malestar por el deterioro político, institucional y económico de la nación, que exigió un cambio de rumbo estratégico con protestas pacíficas”, afirma el texto.
La reacción del régimen “ha sido llamar a sus seguidores al combate y desatar la represión contra los ciudadanos que protestaron, en su mayoría jóvenes. Una respuesta que profundiza el rechazo a un estilo de ver el poder como sometimiento del otro y no como liderazgo y servicio”, recalcan los firmantes.
