Dos casos de corrupción grabados en video con lujo de detalles, circulan de mano en mano por toda Cuba en DVD y memorias flash, mientras que los medios oficiales de prensa, mantienen silencio y miran para otro lado.
“Una vez más el canal de televisión “Memory Flash” divulga, con mucha eficacia, cómo un grupo de funcionarios del Estado, directivos empresariales y los trabajadores de un centro comercial utilizan su poder, el descontrol y la indolencia para robarle a la sociedad cubana”, afirma Roberto G. Peralo en el blog La Joven Cuba, administrado por estudiantes de periodismo de la Universidad de Matanzas.
El post de Peralo titulado La corrupción en Cuba: enfermedad crónica asegura que uno de los materiales explica cómo el centro comercial Carlos III en La Habana, fue el centro de un amplio y complejo esquema de corrupción que suministraba “productos de ferreterías y piezas de autos, al por-mayor, en el mercado negro”.
La mercancía robada se comercializaba en tres casas ubicadas cerca del centro comercial, donde otras dos viviendas servían como almacén. La gerente de la tienda, dice Peralo, explica en el audiovisual que las ganancias de la operación se repartían entre todos los trabajadores del lugar.
El otro escándalo que se distribuye en Memory Flash presenta al subdirector económico de la Empresa de Servicios Comunales en el municipio Habana Vieja, quien desfalcó 33.8 millones de pesos, y comprometió en el robo “al director de la empresa, a la directora y vicedirectora municipal de Finanzas, a la subdirectora municipal de presupuesto, a la tesorera del municipio, al cajero y al jefe de fiscalización de dicha empresa”.
“Dicho subdirector reconoce que aumentó el presupuesto de gasto salarial de 15 mil pesos a 489 mil pesos y nadie de Finanzas Provincial o de la Empresa Provincial de Comunales le preguntó ni se cuestionó nunca ese exceso de gastos”, dice La Joven Cuba.
Según lo que revela el video, citado por Perale, con el dinero robado el subdirector de Comunales se construyó una casa de tres pisos que asemejaba un templo. Además invirtió en la reparación y ampliación de 7 viviendas. Durante dos años gastó 54,742 CUC en renta de autos de turismo. Con regularidad pasaba sus vacaciones con toda su familia en hoteles 5 estrellas en Varadero. Además se ocuparon tres autos particulares, una embarcación, cuatro neveras, tres refrigeradores, 11 aires acondicionados, 4 televisores plasma. Para decomisar todos los bienes mal habidos hubo que utilizar tres camiones de carga”.
Para el bloguero, Alejandro Rodríguez Rodríguez, autor del blog Alejo3399 los casos de corrupción que se divulgan por esa red personal de memorias flash y video, tiene un ángulo que va más allá del mismo delito.
“No quiero hablar en sí de la corrupción… Yo me intereso más en la sospechosa filtración de casos como estos hacia las memorias flash de la gente, y no su descubrimiento en periódicos y noticieros”, indica Alejo en un post titulado Corrupción y prensa quieta. El bloguero, graduado de periodismo en la Universidad de Camaguey, no cree que los videos escapan del control del gobierno ni que ven la luz en contra de su voluntad.
“No lo creo: con todo y que me digan que sí, que se filtró…La filtración de casos de corrupción parecen más una acción planificada que otra cosa”, afirmó. Alejo3399 dice que esas filtraciones planificadas contribuyen a reforza el criterio popular de que la prensa cubana no cumple sus funciones y mantiene silencio sobre los temas que interesan a la población.
“Y he aquí una verdad básica: la prensa en Cuba ganaría mucho sí la gente comenzara a verla como algo importante para enterarse de las noticias. ¿Sería bueno que el Noticiero Nacional de Televisión transmitiera esos videos con prontitud y exclusividad? ¡Claro que sí!; tanto que hasta molesta la pregunta”, afirmó.
“Una vez más el canal de televisión “Memory Flash” divulga, con mucha eficacia, cómo un grupo de funcionarios del Estado, directivos empresariales y los trabajadores de un centro comercial utilizan su poder, el descontrol y la indolencia para robarle a la sociedad cubana”, afirma Roberto G. Peralo en el blog La Joven Cuba, administrado por estudiantes de periodismo de la Universidad de Matanzas.
El post de Peralo titulado La corrupción en Cuba: enfermedad crónica asegura que uno de los materiales explica cómo el centro comercial Carlos III en La Habana, fue el centro de un amplio y complejo esquema de corrupción que suministraba “productos de ferreterías y piezas de autos, al por-mayor, en el mercado negro”.
La mercancía robada se comercializaba en tres casas ubicadas cerca del centro comercial, donde otras dos viviendas servían como almacén. La gerente de la tienda, dice Peralo, explica en el audiovisual que las ganancias de la operación se repartían entre todos los trabajadores del lugar.
El otro escándalo que se distribuye en Memory Flash presenta al subdirector económico de la Empresa de Servicios Comunales en el municipio Habana Vieja, quien desfalcó 33.8 millones de pesos, y comprometió en el robo “al director de la empresa, a la directora y vicedirectora municipal de Finanzas, a la subdirectora municipal de presupuesto, a la tesorera del municipio, al cajero y al jefe de fiscalización de dicha empresa”.
“Dicho subdirector reconoce que aumentó el presupuesto de gasto salarial de 15 mil pesos a 489 mil pesos y nadie de Finanzas Provincial o de la Empresa Provincial de Comunales le preguntó ni se cuestionó nunca ese exceso de gastos”, dice La Joven Cuba.
Según lo que revela el video, citado por Perale, con el dinero robado el subdirector de Comunales se construyó una casa de tres pisos que asemejaba un templo. Además invirtió en la reparación y ampliación de 7 viviendas. Durante dos años gastó 54,742 CUC en renta de autos de turismo. Con regularidad pasaba sus vacaciones con toda su familia en hoteles 5 estrellas en Varadero. Además se ocuparon tres autos particulares, una embarcación, cuatro neveras, tres refrigeradores, 11 aires acondicionados, 4 televisores plasma. Para decomisar todos los bienes mal habidos hubo que utilizar tres camiones de carga”.
Para el bloguero, Alejandro Rodríguez Rodríguez, autor del blog Alejo3399 los casos de corrupción que se divulgan por esa red personal de memorias flash y video, tiene un ángulo que va más allá del mismo delito.
“No quiero hablar en sí de la corrupción… Yo me intereso más en la sospechosa filtración de casos como estos hacia las memorias flash de la gente, y no su descubrimiento en periódicos y noticieros”, indica Alejo en un post titulado Corrupción y prensa quieta. El bloguero, graduado de periodismo en la Universidad de Camaguey, no cree que los videos escapan del control del gobierno ni que ven la luz en contra de su voluntad.
“No lo creo: con todo y que me digan que sí, que se filtró…La filtración de casos de corrupción parecen más una acción planificada que otra cosa”, afirmó. Alejo3399 dice que esas filtraciones planificadas contribuyen a reforza el criterio popular de que la prensa cubana no cumple sus funciones y mantiene silencio sobre los temas que interesan a la población.
“Y he aquí una verdad básica: la prensa en Cuba ganaría mucho sí la gente comenzara a verla como algo importante para enterarse de las noticias. ¿Sería bueno que el Noticiero Nacional de Televisión transmitiera esos videos con prontitud y exclusividad? ¡Claro que sí!; tanto que hasta molesta la pregunta”, afirmó.