El secretario de Estado, Antony Blinken, comentó el martes que Estados Unidos recuerda a las decenas de miles de manifestantes chinos que "fueron brutalmente agredidos" en la plaza de Tiananmén por defender "la libertad, los derechos humanos y el fin de la corrupción".
Treinta y cinco años después, aún se desconoce el número de víctimas de ese día, pero Estados Unidos "rinde homenaje a todos los asesinados y encarcelados el 4 de junio de 1989 y los días siguientes", afirmó Blinken en un comunicado de prensa.
El secretario de Estado también recordó a las muchas voces ahora silenciadas en todo China, en lugares como Xinjiang, Tíbet y Hong Kong.
El senador cubanoamericano Marco Rubio subrayó que el gobierno de China no podrá borrar la memoria del pueblo chino, ya que el valor y sacrificio de los manifestantes que fallecieron en Tiananmén no serán olvidados.
De forma similar se pronunció el congresista cubanoamericano Carlos Giménez, quien aseveró que el Partido Comunista de China es "asesino y diabólico".
El representante Raja Krishnamoorthi, miembro demócrata de alto rango del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino, advirtió que el líder chino Xi Jinping recurriría a la violencia, como lo hicieron sus predecesores en la plaza de Tiananmén para lograr sus objetivos.
"Tenemos que recordar que cuando el presidente Xi Jinping dice que tomará medidas enérgicas contra la subversión y las actividades separatistas... le está diciendo al mundo que (el partido) enviará esos tanques nuevamente contra cualquiera que defienda la libertad", dijo el congresista de Illinois.
La representante Nancy Pelosi, ex presidenta de la Cámara de Representantes y partidaria desde hace mucho tiempo del movimiento prodemocracia de China, dijo que Beijing no ha logrado avanzar democráticamente. "Lo que ha sucedido en China en los últimos 35 años no ha sido positivo en términos de democracia global, en términos de derechos humanos, en términos de promoción de las libertades democráticas", dijo.
Entretanto, Zhou Fengsuo, un ex líder estudiantil chino, dijo que la represión de Tiananmén está resonando una vez más hoy, para aquellos que ven el peligro que representa el Partido Comunista. "Ya sea la sociedad occidental, el público en general o los jóvenes de China, han mostrado un interés sin precedentes", dijo Zhou. "Especialmente después de la pandemia, muchas personas se han dado cuenta de que sin libertad no hay nada".
Wang Dan, otro ex líder estudiantil, dijo que la sangrienta represión de Tiananmén debería servir como una llamada de atención para aquellos que todavía albergan alguna ilusión sobre el Partido Comunista chino.
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