Siete años de privación de libertad pide la Fiscalía a la activista cubana Melkis Faure, quien cumple el próximo 6 de marzo siete meses en prisión, informó su esposo Freddy Nomieles.
El esposo desglosó los motivos por los que le piden dicha condena: un año de privación de libertad por desorden público, 2 años por desacato y 3, por resistencia.
“Suman 6 años y aquí en el documento que me entregaron a mí, pusieron 7 años”, señaló.
Faure fue arrestada el 6 de agosto de 2016, tras protagonizar una protesta en la calle Monte de la Habana Vieja. Permaneció detenida varias semanas en el centro de detención El Vivac, donde pasó más de un mes en huelga de hambre.
Luego de un tiempo hospitalizada por su delicado estado de salud, la trasladaron a la prisión de mujeres de El Guatao, en el municipio La Lisa.
Faure había sido detenida en numerosas ocasiones anteriormente, cuando protestaba en las calles de La Habana para reclamar mejoras sociales. Luego de mantenerla varios días en calabozos, la liberaban sin presentarles cargos en su contra.
En un contacto reciente, el abogado de Faure explicó a Nomieles que en el documento de la Fiscalía encontró varios detalles en los que enfocará el tratamiento del caso.
“Me habló de varios requisitos que ellos proponen aquí en este documento donde él tiene tela para cortar. Me planteó de que él pensaba ir a la prisión para sentarse con ella, hablar con ella, para saber cómo estaban las cosas”, dijo.
El esposo también advirtió que Faure, con 4 meses de embarazo, no ha recibido aún atención médica por su estado de gestación.
“Ella está con sus síntomas”, indicó Nomieles. “Está en una celda de castigo”.
Mientras, en casa, Nomieles cuida de los dos hijos menores de la pareja.
“Están locos porque a su mamá la suelten, por estar con ella. Más nunca nosotros hemos podido salir juntos en familia”, lamentó.
Varias mujeres de la Unión Patriótica de Cuba se encuentran arbitrariamente en prisión: Aimara Nieto, Yaquelín Heredia y Lisandra Rivera, quien cumple este miércoles 60 días en celda de castigo en la prisión de Mar Verde, en Santiago de Cuba.
(Con la colaboración de Ivette Pacheco)