El poder adquisitivo de los cubanos disminuye cada día, así lo afirman testimonios llegados a Radio Martí desde la isla.
Según los entrevistados, los precios de productos de primera necesidad y que en muchas ocasiones sólo se pueden encontrar en el mercado negro, están demasiado elevados. También el llamado "tarifazo" de electricidad, gas y agua han hecho insostenible la vida diaria para muchas familias.
Los incrementos de ingresos salariales benefician a más de 200 mil trabajadores, según anunció a través de su cuenta en Twitter Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos.
“Unos salarios que subieron, pero no alcanzan para nada. No hay abastecimiento de ningún tipo. Al no haber abastecimiento, los precios se disparan. Un paquete de detergente lo encuentras en el mercado negro en 620 pesos", comentó desde Sancti Spíritus, la activista Yorsikelin Sánchez.
Los ajustes en salarios, precios y servicios generados en la "tarea ordenamiento", como le denomina el gobierno, han deteriorado aún más la calidad de vida de los cubanos como cuenta María López, quien reside en Centro Habana: "Esto lo que ha hecho es echar hacia atrás, una vez más, al cubano de a pie en cuanto a una vida mejor”.
López recuerda que “aumentó la electricidad, aumentó el gas, el agua y realmente no se está viviendo con ese dinero ni de los pensionados, ni de los trabajadores que aumentaron el salario".
Un usuario en Twitter describió lo que ocurre como "una maraña ficticia que no sé a dónde va a llegar".
"YandyPD" escribió en su perfil: "la supuesta subida de salarios por gusto. Estamos peor".
Por otra parte, las tiendas en moneda libremente convertible, no logran satisfacer la demanda y sigue siendo una odisea comprar en ellas.
“No todas las tiendas tienen todos los productos a la venta. Eso no es cierto, para uno comprar en esta tiendas. Tienes que hacer la cola tres y cuatro días o pagar un precio de 1,500 pesos por un turno”, dijo la residente de Centro Habana.
Los precios en el mercado negro, donde terminan por comprar la mayoría de los cubanos, se han disparado en cada rincón de la isla
“El cartón de huevos cuesta en estos momento 250 pesos, 300 y hasta 400 pesos; la libra de leche en polvo por el estilo: 250, 300, 400 pesos. Aquí en Centro Habana la carne puerco, cuando la encuentras, está a 100 pesos la libra”, informa López.
El sector de la salud fue uno de los más beneficiados con el aumento salarial decretado en Cuba en 2021, pero el doctor Alexander Pupo, desde Holguín, nos habla de su experiencia que es la de muchos de sus colegas.
“Si sacas cuentas, al final de mes solamente con la alimentación se te debe ir un 50 o un 60 un 70 por ciento de lo que cobras y solamente en comida. El precio de la electricidad, que obviamente es ridículo, cuando te pones a sacar la cuenta, se lleva también un gran porcentaje de tu salario. No puedo entender cómo en la mayoría de los hogares cubanos se están ingeniando para poder sobrevivir en este proceso”.
Esta semana el economista Elías Amor alertó que la Tarea Ordenamiento, en los pocos meses que lleva desde su implementación total en enero de 2021, ha traído consigo un notable empobrecimiento de la población.
"Nunca antes, una política económica del régimen había sido tan amplia y sonoramente cuestionada por el pueblo de Cuba. Los daños ocasionados por la política puede que ya sean irreparables", valoró.
"La Tarea Ordenamiento se ha venido abajo por ser una política económica errónea, mal diseñada y peor implementada, que genera efectos muy negativos sobre la economía y la sociedad y que necesita actuaciones estructurales previas para su implantación. Actuaciones que no se han producido, sino todo lo contrario por cuanto las viejas mimbres del cesto comunista que dirige la economía permanecen intactas", reflexionó el experto.
Agregó que el "torrente de fracasos ha sido formidable".
"Fracasos en las reformas de precios e ingresos que eran cruciales en el diseño de la Tarea Ordenamiento, con un amplio rechazo social porque han provocado un notable empobrecimiento en un período de tiempo muy corto. Fracaso de la fijación de precios y tarifas que se han tenido que rebajar con un importante sacrificio fiscal con cargo al presupuesto, elevando de forma notable el déficit planeado de 18% del PIB para 2021. Fracasos en los salarios. Fracaso en la asistencia social a los vulnerables, porque ni los destinatarios se sienten seguros ni las empresas y entidades que prestan los servicios pueden soportar los nuevos precios", concluyó.