Cerca de 100.000 personas se esperan en una manifestación contra el cambio climático el jueves en Washington, cuando el papa Francisco se dirija al Congreso estadounidense. Los manifestantes se congregarán en el National Mall, la icónica explanada en el centro de Washington, rodeada de monumentos y museos, y cerca del Capitolio, sede del Legislativo.
La protesta coincidirá con el discurso de Francisco ante una sesión conjunta de la Cámara de Representantes y el Senado, en el cual se espera que el pontífice pida a los legisladores acciones urgentes para proteger el medio ambiente.
"Estados Unidos es una fuente principal de contaminación de carbono, que está acelerando el cambio climático, desplazando a comunidades y poniendo en peligro a personas en todo el mundo; y como tal tiene una obligación moral, política y económica de actuar", dijeron los organizadores en un comunicado.
En lugar del papamóvil que usó en Cuba, Francisco saludará a las multitudes desde un Jeep Wrangler especialmente equipado, construido en Estados Unidos por el gigante automotor italoestadounidense Fiat Chrysler.
El Jeep tendrá un techo transparente con amplias aberturas a los lados que permitirán al papa un contacto más directo con sus seguidores cuando salga de la Casa Blanca o durante la multitudinaria procesión por el Central Park de Nueva York.
Francisco utilizó un Jeep similar durante su visita a Ecuador en julio. Siguiendo el inusual estilo que instaló en su papado de más de dos años, el papa tiene aversión a los vehículos blindados: se siente como dentro de una "lata de sardinas", dijo el año pasado. Se desconoce, sin embargo, si el motor del Jeep ahorra combustible. El papa es un apasionado ambientalista que podría tener problemas para difundir su mensaje en un país enamorado de sus coches.
Cientos de miles de personas se desplazarán en metro el miércoles y jueves para ver a Francisco, según estimó la autoridad del transporte de Washington (WMATA, por sus siglas en inglés). WMATA advirtió a los usuarios en un video en línea que ello significará posiblemente largas filas, vagones atiborrados y retrasos, en una red ya afectada por constantes reparaciones.
Algunas estaciones podrían ser clausuradas por razones de seguridad y ciertas rutas de autobús cambiarán temporalmente de curso debido a que urbanizaciones enteras estarán completamente cerradas al tráfico.
Por otro lado, los usuarios podrán comprar una funda con la foto del papa Francisco para guardar sus tarjetas de abono al metro SmarTrip.
El FBI señaló que sus agentes se han preparado durante meses con la policía local para la visita del pontífice argentino. El FBI y el Departamento de Seguridad Interior (DHS) consideran la visita de seis días del papa como un "evento nacional de seguridad especial".
Es un "evento importante nacional o internacional" que el DHS considera un "objetivo potencial de actividad terrorista o criminal", indicó el FBI en un comunicado.
Al menos tres grandes ciudades estadounidenses recibirán -y despedirán- al papa y eso requerirá de importantes recursos, dijo James Yacone, director adjunto del grupo de respuesta crítica del FBI. "Todo eso debe ser pensado con destreza", señaló. "Cómo vamos a protegerlo y permitir el acceso al público a los diferentes sitios, y hacerlo de manera que las autoridades puedan revisar la mayor cantidad de personas posible para mantener la seguridad".
Y para agregar algo de diversión a los mensajes de texto durante la visita del papa: los emoticones.
Emoticones de Francisco en los icónicos taxis amarillos de Nueva York, comiendo una salchicha o jugando béisbol, están disponibles en las tiendas en líneas de Apple y Google.
La aplicación 'Popemoji' también da a los usuarios minivideos del papa tañendo una campana, regando una planta, saludando al público o viendo su solideo volar por el viento.
"No hay que ser católico para disfrutar esto", elogió un usuario.
Pero otro acusó a la aplicación de ser "engañosa y equivocada".