El preso político Leonel Tristá García se declaró en huelga de hambre hace más de seis días, en la prisión de Guamajal donde estaba recluido, para protestar contra lo que considera la injusta sentencia que recibió tras su participación en las demostraciones del 11 de julio en Santa Clara.
“Me mandaron a buscar de La Pendiente, que lo habían trasladado para ahí porque estaba plantado y lo tenían en celda. Yo fui a la prisión y allí me amenazaron que le iban a tumbar todos los beneficios, que luego lo mandarían para Pinar del Río y que no iba a tener derecho a nada. Luego me llamó uno de los familiares del 11 de julio y me informó que lo trasladaron para Manacas, que lo tienen en aislamiento", confirmó su esposa Liliet Ramírez de Armas.
Tristá fue juzgado en enero de 2022 y condenado a 8 años de privación de libertad por los supuestos delitos de desacato, atentado e instigación a delinquir, al igual que otros 15 asistentes a las protestas antigubernamentales en la capital villaclareña, sancionados a entre 3 y 7 años de prisión.
De acuerdo con las conclusiones provisionales de la Fiscalía, a las que Radio Televisión Martí tuvo acceso, "los consignados en el Expediente en Fase Preparatoria 689 de 2021 se aprovecharon de la situación que enfrenta el país debido al bloqueo impuesto por Estados Unidos para arengar a otras personas a que los siguieran, al tiempo que vociferaban Díaz Canel Singado [sic]”.
También Yunior Sebey Mena, manifestante del 11 de julio, inició una huelga de hambre cuando recibió su sentencia firme de siete años de privación de libertad, pero días después la abandonó sin satisfacer sus reclamos.
Hasta el momento se desconoce la condición física de Tristá García.