A pocos días de la visita de la alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica Mogherini, a La Habana, un grupo de opositores cubanos pidieron en una carta abierta que Europa retire el apoyo al régimen cubano pues consideran que así el bloque de países ayudaría "más al restablecimiento de la democracia".
La Unión Europea y Cuba celebrarán el próximo lunes, 9 de septiembre, su segundo consejo conjunto de seguimiento del acuerdo de diálogo político y cooperación en aprobación temporal desde noviembre de 2017 y que constituye el primer pacto bilateral entre las dos partes.
Ante la proximidad de este encuentro entre el canciller cubano Bruno Rodríguez y la representante Mogherini la carta de los opositores señala que ningún funcionario europeo se ha reunido con miembros de la oposición, tampoco han tenido en cuenta la perspectiva de la sociedad civil independiente en la confección del acuerdo, y han negado a la prensa no oficialista el acceso a las conferencias de prensa que siguen a las reuniones bilaterales.
Los firmantes lamentan que "para complacer al régimen, los que han estado trabajando en el Acuerdo, han ignorado la presencia de personas que han sufrido prisión por motivos políticos y de otras que aún están en prisión".
Una iniciativa similar fue presentada esta semana por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, con sede en Madrid. El grupo pidió directamente la suspensión del acuerdo de la UE con La Habana por el "incumplimiento flagrante de los compromisos adquiridos por el gobierno cubano en materia de derechos humanos, recogidos en dicho acuerdo".
El OCDH indicó que el gobierno cubano ha intensificado la represión contra la prensa independiente y los activistas de la sociedad civil y oposición, algo que o se contradice no solamente con los estándares internacionales de derechos humanos, sino con las normas establecidas en la nueva Constitución, aprobada sectariamente por el propio régimen".
Carta abierta a la Unión Europea |
Las democracias europeas pensaron que el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación era un paso de avance para las relaciones UE-Cuba y de hecho lo fue, en el sentido que, de los 28 países, los representados en La Habana, no tenían hasta ese momento contacto alguno con las autoridades cubanas. Pero, por otra parte, significó una pequeña inyección de oxígeno para la deprimida economía de la isla y el reconocimiento internacional al gobierno dictatorial. Sin embargo, la aprobación a inicios de año de la nueva Constitución cubana tiene que haber eliminado la esperanza de que esta cooperación empujaría hacia un cambio en el país, quedando solo para los europeos, la posibilidad de aceptar la idea de Federica Mogherini de que Cuba es un país democrático de un solo partido. Más importante aún es el hecho de que en las informaciones emanadas de la 1ra. reunión del Comité Conjunto, recién finalizada, no hay la menor alusión a los derechos humanos; a pesar de que en estos momentos con el uso de internet hay pruebas más que suficientes de la forma en que se le violan los derechos al pueblo de Cuba, así como del maltrato policial que recibe la sociedad. De igual forma el hecho de que ningún funcionario europeo de los que visita Cuba, reciba a los opositores, así como que los miembros de la sociedad civil no fueron invitados a participar en la confección del acuerdo, e incluso que ni la UE, ni mucho menos la dictadura, permite que los periodistas independientes asistan a las conferencias de prensa, una vez concluidas las reuniones bilaterales; implica que para complacer al régimen, los que han estado trabajando en el Acuerdo, han ignorado la presencia de personas que han sufrido prisión por motivos políticos —categoría que el régimen no reconoce— y de otras que aún están en prisión. Los miembros de la Unión Europea necesitan despertar ante este hecho de apoyo a una de las dictaduras que más daño ha hecho y sigue haciendo —en varios países— con su política expansionista de rendir a los pueblos. En estos momentos son 4 los miembros de la UE que no han ratificado el Acuerdo, por lo que cabría la oportunidad de que el Parlamento Europeo lo revisara. Si bien es cierto que la cercanía geográfica, la historia que se ha compartido y los nexos familiares por la cantidad de cubanos radicados en Estados Unidos de América, hacen que la relación de Cuba con este país, sea más importante que los vínculos que tiene con la Unión Europea, el retirar el apoyo que este bloque da a la dictadura, en estos difíciles momentos de transición de mando, ayudaría mucho más al restablecimiento de la democracia. La Habana, 4 de setiembre de 2019 Guillermo Fariñas Hernández |