El artista y opositor Luis Manuel Otero Alcántara, quien lleva más de dos semanas internado e incomunicado en el hospital Calixto García de La Habana estaría en huelga de hambre, sed y silencio, desde el lunes pasado, informaron activistas cercanas al fundador del Movimiento San Isidro.
Anamely Ramos González y Omara Isabel Ruiz Urquiola, ambas cercanas a Otero Alcántara escribieron un comunicado conjunto en redes sociales: "Nos ha llegado la información de que Luis Manuel está en huelga de hambre, sed y silencio, desde el lunes pasado, firme en su decisión de no ceder hasta no ver cumplidas sus demandas".
Ambas, quienes estuvieron junto al artista en la huelga de noviembre de 2020, alertaron que desde la semana pasada la Seguridad del Estado pone nuevas trabas para la entrada de su familia y que solo su tío materno consiguió verlo el fin de semana y es quien ha compartido esta información.
"Asumimos la responsabilidad que entraña semejante revelación, pero dada la gravedad de la situación preferimos la inexactitud al silencio", explican las activistas Ramos.
"Ellos (la Seguridad del Estado) han decidido quién llega a él, bajo qué condiciones y toda la información que de él se ha hecho pública. En medio de esta situación es casi imposible obtener noticias certeras, confiables", aclaran.
"Hay algo que es incuestionable: Luis Manuel no ha dejado de estar en situación de vulnerabilidad, a merced de un Estado mafioso que no cesa de violar sus derechos y que será el máximo responsable de la muerte o de cualquier daño infringido a Luis Manuel. Dejarlo morir es un crimen horrendo, también lo es medicarlo y retenerlo en contra de su voluntad. En ambos casos, lo que se muestra es la prepotencia y la crueldad de un régimen asesino, cuya única lógica es la violencia y el castigo", concluyen.
Desde que fue conducido al hospital por las autoridades cubanas, varios activistas han sido detenidos o multados al intentar contactar al artista en el hospital, entre ellos el analista político y tío de Otero Alcántara Enix Berrio. Desde el 2 de mayo, han activado un férreo mecanismo de control policial en los alrededores del centro médico.
Una nota del Movimiento San Isidro recuerda que el último “parte médico” que ha trascendido en las redes sociales sobre el estado del artista fue publicado por la Dirección Provincial de Salud de La Habana el 10 de mayo y en el se asegura que se encuentra 'asintomático' y solo viene a "consolidar la desinformación alrededor de Luis y a tratar de ocultar la verdadera realidad: Luis Manuel se encuentra preso en un hospital".
"La situación de incomunicación en la que se encuentra Luis Manuel, sin acceso a teléfono ni a visitas de amigos o parejas sentimentales, nos ha mantenido en vilo desde hace ya 17 días. Esta preocupación ha aumentado en fechas recientes, cuando dos familiares de Luis Manuel que puntualmente han podido verlo confirman que Otero Alcántara podría estar en huelga de hambre, de sed y en voto de silencio desde el lunes 10 de mayo", agrega el colectivo de artistas y activistas.
"Exigimos al Ministro de Salud Pública de Cuba, el Doctor José Angel Portal Miranda; al director provincial de salud de La Habana, el doctor Carlos Alberto Martínez Blanco y al doctor Ifran Martinez Galvez, que se encuentra al frente del equipo de especialistas que está atendiendo a Luis Manuel que: Se permita la visita a Luis Manuel de la activista y miembro del MSI, Iris Ruiz; se de acceso de un teléfono móvil a Otero Alcántara ya que no se encuentra bajo ninguna sanción penal que lo prohíba y se respete los protocolos de protección de datos de un ciudadano hospitalizado y que se encuentra afectado física y sicológicamente por el acoso que sufre desde hace 6 años por el gobierno cubano".
La periodista cubana Mónica Baró, escribió en la revista Rialta, a raíz de cumplirse los 15 días del internamiento de Otero Alcántara:
"El blanco preferido de la Seguridad del Estado nunca ha sido el cuerpo sino la psique. Eso es lo que busca destruir. Con la grotesca hospitalización de Luis Manuel (incluso si Luis Manuel mañana saliera diciendo que se lo pasó fenomenal todo este tiempo), no sólo está atacando la psique de Luis Manuel, sino la de toda la sociedad que observa: la Seguridad del Estado nos está aleccionando.
¿Quién no se ha preguntado si no es posible terminar igual o peor? ¿Quién, a estas alturas, puede confiar en el sistema de salud cubano? ¿Qué puede haber más íntimo que la salud? Hasta en las guerras los hospitales suelen ser territorios respetados. En Cuba no. En Cuba no hay un solo sitio en el que puedas estar a salvo de la política, de la ideología, de la violencia.
No digo que los médicos que atienden a Luis Manuel no estén cuidándolo hasta donde se lo permiten sus vigilantes. No tengo ninguna evidencia para afirmar lo contrario. Pero nadie que esté en un hospital cercado por policías y agentes de la inteligencia, aislado e incomunicado, puede estar a salvo. Porque estar a salvo no es apenas estar vivo".