SINGAPUR – Las muestras de admiración a Estados Unidos han predominado entre los residentes de la ciudad-estado de Singapur. Y una protesta convocada para la tarde del domingo en la Esquina de los Oradores, una especie de Hyde Park local, quedó reducida a 5 manifestantes. La convocatoria era con el lema “por la paz y contra la guerra”. Pero las banderas americanas se ven por doquier y el buen trato a la prensa cuando conocen que vienen de Estados Unidos es elocuente.
A través de las redes sociales se conoció de una protesta, entre las 4 y 6 de la tarde, en la única área disponible en Singapur para realizar reuniones o encuentros de carácter político al aire libre. Desde el 2000 se ha elegido el Speaker’s Corner o Esquina de los Oradores, como lugar de eventos al aire libre para exponer las ideas políticas, sociales o demandas. Está ubicado en el Hong Lim Park, en el mismo centro de la ciudad. Se necesitan una autorización escrita de las autoridades locales para realizar lo mismo una manifestación que un performance.
En los predios del parque hay una estación policial y una docena de cámaras monitorean todas las actividades que se desarrollen en el parque. Había más periodistas cubriendo el evento que manifestantes. El organizador de la protesta, Patrick Lowe, un ciudadano de Singapur, retirado y de 73 años de edad, dijo desconocer los objetivos de la cumbre y ellos (los residentes de Singapur) “hay que tener mucho cuidado - somos un país muy pequeño, y tenemos que ser inteligentes para sobrevivir - que se encuentran entre los grandes elefantes. Cuando bailan elefantes, que es peligroso, pero cuando se pelean peor”. El que se escogiera Singapur como sede del evento si lo considera como un elemento positivo.
A diferencia de esos cinco manifestantes, los residentes cada vez que se le pide dar una opinión para un medio de prensa de EEUU o preguntan por una dirección, muestran afecto por EEUU y por la presencia en la isla de Donald Trump. Destacan enseguida que Estados Unidos es el principal inversionista en la economía local, superando a China, Japón y Australia juntos.Unos mil militares y policías locales reciben entrenamiento cada año en EEUU; mientras que 4,500 singapurenses estudian en universidades y colegios americanos.
Para los singapurenses estar en una calle con la bandera estadounidense es ser parte de un histórico evento, protagonistas de la histórica cumbre, tengo o no resultado positivo. Teléfono en mano todos se aprestan a tomar una foto en cuanto ven acercarse la caravana presidencial, lo mismo de Estados Unidos que no Corea del Norte.También están los curiosos que merodean los dos hoteles donde se hospedan los mandatarios en busca de un “selfie” apropiado. El matrimonio de Jan Yeow y Kate Lim dice que por dos días consecutivos han pasado por el Hotel Shangri-la y la residencia presidencial Istana, pues consideran que se viven “raras oportunidades” y esta cumbre es una de ellas. No les importa que la ruta de autobuses que diariamente toman para ir al trabajo tengo que tomar otro camino pues dos avenidas del centro están cerradas estos días.
No faltaron entre los entusiastas de la cumbre un grupo de estudiantes estadounidenses que reciben curso intensivo de chino en las universidades locales. A la prensa local les declararon que les enorgullece estar en Singapur para presenciar la cumbre.
