Miles de opositores venezolanos vestidos de blanco se movilizaron este sábado sin inconvenientes hacia la Conferencia Episcopal en una "marcha del silencio", tras el recrudecimiento de la violencia que dejó 20 muertos en tres semanas de protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro.
"Esto que logramos hoy es un ejemplo de lo que vamos a lograr en Venezuela, superar los obstáculos en paz y lograr que todos los venezolanos voten y logremos el cambio", dijo Julio Borges, presidente del Parlamento, único poder controlado por la oposición.
Muchos manifestantes llevaban camisetas blancas con la palabra "PAZ" en letras negras, banderas y gorras con los colores patrios, flores blancas, uno incluso lideraba una de las procesiones con una gigantesca cruz de madera y una bandera colgada.
Hubo solo un corto enfrentamiento en el este de Caracas, donde la policía usó bombas para impedir el paso de una de las marchas.
Las protestas opositoras, convocadas casi todos los días desde el 1 de abril, se desataron después que el máximo tribunal se adjudicó temporalmente las funciones del Legislativo.
Los opositores aseguran que mantendrán la presión en la calle y para el lunes tienen previsto un "trancón nacional", un bloqueo de las principales vías de Caracas.
