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¿Quién le teme a Díaz-Canel?


 El primer vicepresidente cubano, Miguel Diaz-Canel, habla ante los medios de comunicación hoy, domingo 19 de abril de 2015, durante las elecciones para la designación de delegados de asambleas locales (concejales), en La Habana (Cuba).
El primer vicepresidente cubano, Miguel Diaz-Canel, habla ante los medios de comunicación hoy, domingo 19 de abril de 2015, durante las elecciones para la designación de delegados de asambleas locales (concejales), en La Habana (Cuba).

Si alguien pensó que Díaz-Canel, podría ser un buen reemplazo de Raúl Castro cuando éste entregue el poder, se equivocó en grande.

El vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, está de moda en la Isla con una vasta "exposición" de su persona en varios asuntos económicos y políticos.

Por una parte, se le vio participando en una conferencia con cuadros del Partido comunista cubano donde esbozó lo que piensa para el futuro, sin cambiar un ápice el discurso tradicional, donde machaca que el gobierno no soltará prenda jamás.

Por otra, prosigue amenazando a medios de prensa y proyectos alternativos de la Isla, con énfasis en los cuentapropistas, vistos con sospechas de estar haciendo el juego con el Imperialismo del Norte. Señaló que los trabajadores por cuenta propia "son vistos por ellos (EEUU), como un sector de oposición a la Revolución".

Por eso, si alguien pensó que Díaz-Canel, podría ser un buen reemplazo de Raúl Castro cuando éste entregue el poder, se equivocó en grande: El vicepresidente es un obediente burócrata y seguirá la línea ya trazada por Fidel Castro de "con la Revolución todo"... a menos que tenga planes muy escondidos de cambios a su manera y los desarrolle una vez que tenga la presidencia en la mano. Pero esto sería concederle una visión demasiado amplia.

Mientras tanto, Raúl Castro quiere a Díaz-Canel dirigiendo junto a él el timón, como una forma de probarlo y tenerlo listo para el próximo año, en que dijo que dejaría el poder.

El gobernante cubano ha dicho y repetido que :"el 24 de febrero del 2018 concluyo y me retiraré". Habrá que ver si cumple.

Si así lo hace, podría dejar de ser el comandante en jefe de las FAR y podría retirarse como presidente de Cuba y el trono hay que llenarlo.

En las ecuaciones no hay que dejar de lado la sangre y casta, -que en los Castro corre fuerte- y podría inclinar su preferencia por su hijo, Alejandro Castro Espín, coordinador de los Servicios de lnteligencia y Contrainteligencia de las FAR y el Ministerio del Interior.

Castro Espín es el único vástago varón de Raúl Castro y mantiene un furioso odio hacia los Estados Unidos, que volcó en su libro “Imperio del terror seguridad trasnacional, antiterrorismo y crisis global” donde ataca ferozmente a la Nación del Norte. (Según mi colega, Juan Juan Almeida, el libro en realidad fue escrito por Juan Francisco Arias Fernández, pero el veneno destilado es el mismo).

Hay que pensar que hay pocos miembros históricos de la Sierra Maestra entre los sobrevivientes de la Cúpula Gobernante y sus integrantes tienen escaso peso en las decisiones que pueda tomar la gerontocracia cubana en el relevo de Raúl Castro.

En los seis meses que vienen se verá si el gobernante cubano realmente deja el poder, tal como lo prometió.

Lo cierto es que millones de cubanos, dentro y fuera de la Isla, están barajando sobre cuál de los dos candidatos es el menos amenazador y dañino para los destinos de la patria.

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