Otra disparatada iniciativa…un tin pintoresca, quizás interesante, pero totalmente absurda. Representantes de PETA (Personas por un Trato Ético a los Animales) arriban a la terminal aérea José Martí de La Habana con la expresa intención de combatir el abuso animal y crear hábitos vegetarianos en la isla.
La idea de ver activistas jóvenes vestidas con hojas de lechuga sobre bikinis verdes, resulta una forma atractiva de llamar la atención; y sorprende por el enorme desconocimiento que muchos tienen de la historia, la política, la cultura, las leyes y la sociedad cubana.
Quizás las autoridades, como parte de una “considerada” neo diplomacia, permita a estas señoritas transitar con ligereza textil por La Habana Vieja regalando souvenir, dando comida a los perros sin hogar o repartiendo folletos de iniciación vegetariana con recetas de arroz y frijoles. Pero existe, y es bueno saber, (1) una disposición provincial, que alerta, y dice más o menos así: quien circule o se disponga a callejear en traje de baño por la capital cubana, aún cuando todos sabemos que es una ciudad costera, incurre en contravención y podría ser multado.
Con respecto a la carne de res, alguien debería explicarle a las activistas de PETA que desde el 12 de julio de 1963, fecha de creación de las tristemente célebres OFICODAS (Oficinas de Control y Distribución de Alimentos), (2) los cubanos se han visto forzados a cambiar carne por pollo, por fricandel y/o pescado, dependiendo de la tanda de abastecimiento en la libreta de racionamiento.
En la mayor de Las Antillas (3) se come tanta carne de res como en la India, donde las vacas son sagradas. Yque al margen de que Cuba es (4) la única isla del mundo que en su dieta no figura el pescado, y que los cubanos nacidos en tiempos del eufemismo llamado “Período Especial” (5) crecieron sin la cultura de comer carne de res; hoy, (6) una libra de vegetales, en el mercado agropecuario, compite en precio con la de carne de cerdo.
Sería útil saber quién ofrecerá lechugas a estas bellas jovenzuelas porque, aún cuando el general Raúl Castro en el año 2008 entregó, en régimen de usufructo, 1,7 millones de hectáreas, Cuba continúa (7) importando más del 63% de los alimentos que consume, y la (8) lechuga fresca que se ofrece en los restaurantes de los hoteles para turistas no se cultiva en la isla.
Propósito errado, que salvando el punto de riesgo, es muy parecido al del presidente boliviano, Evo Morales Ayma, porque conociendo el final de su ex compañero y mentor, el venezolano Hugo Chávez, decidió viajar a La Habana el pasado 1ro de marzo para recibir con urgencia tratamiento médico en Cuba.
El principal enemigo de quienes pierden el tiempo creando iniciativas que solo persiguen bullicio, es el sentido común. Ya es tiempo de impulso, determinación, y de concientizar sobre temas reales, como el pertubador aumento del índice delictivo, el abuso de género, y los innumerables casos de violencia doméstica. Por solo citar lo más notable.