El límite de precio a la carne de puerco ha eliminado las ganancias de los productores privados y a la vez ha desencadenado la escasez de ese alimento primordial en la mesa de los cubanos.
“Esto ha repercutido negativamente en la población porque antes, a pesar de que la carne estaba un poco más cara, siempre aparecía. Ahora en estos momentos no la hay”, dijo desde Santa Cruz del Sur, Camagüey, René Fernández Quiroga.
“La comida de cerdo está demasiado cara, aquí le venden trigo pero eso es una o dos veces al mes”, señaló René en entrevista con Radio Televisión Martí.
La mayoría de los productores de carne de cerdo compran el alimento de los animales en el mercado negro.
Confesor Verdecia, desde Mayarí, Holguín, comentó que es mayor el dinero que hay que invertir en la crianza del cerdo que el que se puede obtener al venderlo.
“Usted compra un puerquito aquí en Cuba con 45 días de nacido y vale 500 pesos, y compra la lata de comida, la lata de soya a 120 pesos ¿cuántas latas de soya consume ese animal para llevarla a 100 libras?”, se preguntó.
En otros casos los precios de la carne de cerdo se han disparado sin que el tope sea efectivo.
“La gente empieza a venderlo por la izquierda, a venderlo en otros lugares, buscan otras alternativas, para evadir la situación de los precios”, explicó Esteban Hernández desde Alquízar, provincia de Artemisa.
Lo mismo en Santiago de Cuba, Pinar del Río o Matanzas la medida de topar los precios obstruye los pequeños negocios y conducirá al encarecimiento de productos de primera necesidad.