Niegan por segunda vez este año la libertad condicional al preso político José Rolando Casares Soto, a pesar de haber pasado en prisión más de dos años y siete meses de los cinco a los que fue condenado.
Su esposa la activista Yamilka Abascal recibió este viernes una llamada telefónica desde la cárcel conocida por Los Diablitos en el Kilómetro 4 de la carretera de San Juan y Martínez, donde Casares le informó que le fue denegada la petición.
El reeducador le dijo que no le dan la libertad por "ser un CR", término usado en Cuba por la Seguridad del Estado para calificar de "contrarrevolucionarios" a los activistas de derechos humanos, agregó.
Abascal recordó que en enero de este año le denegaron a Casares la primera petición de libertad presentada a finales de 2019.
Desde esa fecha se marcaba un término de tres meses, para volverla a solicitar. Atendiendo a lo establecido en la isla se esperó hasta abril y se presentó de nuevo la solicitud, explicó.
La negativa ocurre en medio de una severa crisis en la isla con el avance del coronavirus y luego de que familiares de presos políticos y organizaciones defensoras de derechos humanos clamaran por la liberación de ellos.
Casares Soto y Yamilka Abaskal de la Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana fueron sancionados en 2017 por los delitos de atentado, resistencia y desacato a la figura del exgobernante Fidel Castro. Ambos se declararon inocentes de los cargos.
Al opositor lo sentenciaron a cinco años con internamiento y a Abascal (con ocho meses de embarazo), a dos sin internamiento, los que cumplió a inicios de 2019.