Roy Cooper, gobernador de Carolina del Norte, dio el visto bueno para que el 24 de mayo, en la famosísima pista de Charlotte, tenga lugar una de las carreras más importantes de NASCAR: las 600 millas de Coca-Cola.
Informó que la competencia se celebrará por primera vez sin los acostumbrados 150.000 aficionados y se cumplirán al pie de la letra las demandas y recomendaciones del Departamento de Salud del estado.
De llevarse acabo esta competencia, sería el primer evento deportivo organizado en todo Estados Unidos desde la segunda semana de marzo.
Según Cooper, lo único que podría cancelar este evento es un serio brote del COVID-19 en Carolina del Norte o en los estados vecinos.
Aunque celebrar estas carreras sin público en las gradas signifique una pérdida de un 33% de ingresos para NASCAR, por lo menos se cumplen los contratos multimillonarios con la televisión. En otras palabras, se sacrifica la cifra anterior para ganar 67%, y hoy en día no hay nadie día dispuesto a declinar esa oferta.
Mientras países europeos como Francia, Holanda y Bélgica han prohibido cualquier competencia deportiva hasta, por lo menos, septiembre, incluso a puertas cerradas, sin fanáticos en el estadio, NASCAR espera mostrarle al mundo entero que la vida continúa.
Si esta carrera en Charlotte es un éxito, ya se pusieron en contacto con otros siete gobernadores, incluyendo Ron DeSantis, de la Florida, para celebrar de la misma manera las carreras en el calendario del campeonato nacional de autos tipo NASCAR.
Vale la pena recalcar que el que está involucrado en las competencias de autos siempre lleva una vestimenta protectora contra las llamas, incluyendo máscara y casco. Aunque estos no fueron especialmente diseñados para evitar el contagio con coronavirus, le da a los competidores y a sus equipos mejor protección -según los expertos- que las mascarillas que usan los médicos y las enfermeras.
Entre tantas malas noticias que hemos tenido últimamente sobre los centenares, sino miles, de eventos deportivos que han sido cancelados y postergados por el mundo entero, definitivamente es un buen día para el deporte cuando se escucha que alguien en algún lugar va a celebrar una competencia tal y como la había planificado hace meses.