Las autoridades del Ministerio de Salud Pública de Cuba reconocieron desde el último trimestre del 2019 que existe en el país un déficit de 44 medicamentos, 16 de ellos de prioridad, que son distribuidos por el sistema de "tarjetón", a través de la red nacional de farmacias.
La crisis ha provocado un incremento de la venta de esos productos en el mercado negro, aún más cuando la interrupción de los viajes y los servicios de envíos a Cuba han cortado el flujo de medicamentos que tradicionalmente muchos cubanos reciben de sus familiares en el exterior.
En medio de la situación actual con el COVID-19 el desabastecimiento de medicinas ya toca fondo, informaron médicos y pacientes entrevistados por Radio Televisión Martí.
La falta de productos médicos en Songo La Maya, en la provincia de Santiago de Cuba, alcanza al sistema de hospitales y policlínicos donde se trata de resolver con lo que esté disponible, aunque no sea lo más efectivo.
De "crítica" calificó la situación el doctor Roberto Serrano, que trabaja en el sistema de asistencia de salud en el territorio.
"Aquí faltan analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares, antibióticos y antiparasitarios", detalló el doctor que no ve la forma en que la población pueda paliar la situación.
En San Benito, también en el municipio de Songo La Maya, reside el campesino Alcibiades Silva, que sufrió la amputación de una de sus piernas en enero de 2018 debido a la diabetes.
Hace dos semanas tuvieron que amputarle la otra pierna en el hospital Clínico Quirúrgico Juan Bruno Zayas en Santiago de Cuba donde las carencias son extremas.
Según Silva para las curas necesita gasa, pero no hay, y ha tenido que comprar los analgésicos en el "mercado negro".
La provincia de Holguín es la segunda más poblada del país, allí muchas personas están recurriendo a la medicina verde, porque van a los centros de salud con la receta pero no aparece el medicamento.
Desde ese territorio el traumatólogo Ramón Zamora calificó de precario el faltante de medicamentos básicos.
"Gran cantidad de personas están presentando problemas renales pero no hay el antibiótico requerido para ese tipo de dolencia", apuntó Zamora.
Yolanda Carmenate, residente en la ciudad de Las Tunas, tiene un hijo paciente de cáncer, con recurrentes infecciones. Los antibióticos que necesita solamente aparecen en las farmacias por divisas, donde los precios son muy altos, fuera de su alcance.
Dijo que cada tableta que necesita su hijo "valen 38.25 en moneda nacional" y "gracias a la ayuda de hermanos en el exilio" que le enviaron las medicinas ha podido hacer el plan indicado por el doctor.
Manzanillo, la segunda ciudad más importante de la provincia de Granma no escapa a la crisis con los fármacos. Allí las personas hacen colas por días en espera de la llegada del medicamento que se distribuye una vez por semana, "casi siempre incompleto", comenta el doctor Santiago Márquez Frías.
Algunos de los medicamentos imprescindibles "hace más de un mes que no vienen a las farmacias", apuntó el doctor.
En La Habana Pedro Acosta, quien es diabético, reporta que renunció al "tarjetón" porque siempre que llega a la farmacia no hay las medicinas, y gracias a sus hijos que residen en los EEUU puede medicarse.
"Tengo varios amigos que padecen de la presión y no están tomando los medicamentos", agregó.
Acosta señaló que un tema "que no se toca" es el de los que han sido ingresados por la escasez de las medicinas y "los que han fallecido por igual razón".
El faltante de medicamentos en la isla se ha convertido en un problema recurrente en años recientes, como parte del deterioro de la infraestructura del sistema de salud cubano.
