Miles de personas acudieron este domingo al Valle de los Caídos para protestar contra la intención del Gobierno socialista de Pedro Sánchez de exhumar los restos del generalísimo Francisco Franco Bahamonde, a la que instó el pasado mes de mayo en una votación del Congreso.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes de ambos sexos y parejas con sus niños, acudieron al lugar donde reposan no sólo los restos de Franco y José Antonio Primo de Rivera, sino también los de unos 33.847 caídos de uno y otro bando de la guerra Civil de 1936, con carteles en alto que rezaban "El valle no se toca", y con el brazo derecho en alto haciendo el saludo fascista.
La asociación Movimiento por España convocó una peregrinación nacional contra la exhumación y llamó a participar en un misa en la Basílica del Valle para defender que el franquismo “no es residual” y que “media España no quiere que Franco sea exhumado, ni el Valle de los Caídos profanado y expoliado”.
Desde temprano en la mañana los puentes en dirección al Valle de los Caídos han amanecido con pancartas con la cara de Franco y centenares de autos se han agolpado a la entrada del monumento, lo que ha provocado atascos en las inmediaciones.
En la iglesia del Valle centenares de personas han hecho colas arropados con banderas preconstitucionales y con emblemas nacionales. “Viva Franco y José Antonio”, han sido los lemas más sonados entre los asistentes.
Con la entonación de himnos como el franquista, "Cara al sol", o el emblemático de la Legión española, "El novio de la muerte", e insultos al presidente izquierdista del Gobierno, Pedro Sánchez, ha transcurrido la espera para la entrada al acto religioso, al que muchos no han podido entrar por la gran cantidad de gente que había en el exterior.
El Valle de los Caídos es un conjunto monumental construido entre 1940 y 1958 situado en el municipio de San Lorenzo de El Escorial, en la Comunidad de Madrid y en la sierra de Guadarrama, levantado por Franco con el fin de rendir tributo a los caídos en la guerra, independientemente de que fueran franquistas o del denominado bando republicano.
El conjunto escultural pertenece a Patrimonio Nacional desde su apertura al público el 1 de abril de 1959. Desde 1990 el número de visitantes oscila entre los 150.000 y los 500.000 al año y proporciona al Estado español un promedio de dos millones de euros anuales.
(Redactado por Armando de Armas, con informes de agencias y medios españoles)
