El ex presidente de Uruguay Jorge Batlle murió el lunes tras permanecer diez días internado en cuidados intensivos, luego de ser operado de un coágulo generado por un golpe en la cabeza, dijeron legisladores a la agencia Reuters.
Batlle, abogado y columnista, reportero, secretario de redacción y director, hoy habría cumplido 89 años.
Estuvo internado en el Sanatorio Americano de Montevideo tras ser trasladado desde el Hospital de Tacuarembó, donde fue intervenido para descomprimir su cerebro de un hematoma producido por un fuerte golpe en la cabeza.
Nacido un 25 de octubre de 1927, fue hijo del también presidente Luis Batlle Berres y era sobrino nieto de José Batlle y Ordóñez, mandatario durante dos períodos y reconocido reformista que separó al Estado de la Iglesia, promovió mejoras de las condiciones laborales y el divorcio por iniciativa de la mujer. Asimismo, fue bisnieto del también ex presidente uruguayo Lorenzo Batlle.
Accedió al Gobierno en 2000, tras cinco candidaturas fallidas -la primera en 1966-, pero antes fue diputado y senador.
El político del centroderechista Partido Colorado (PC), que gobernó al país sudamericano entre 2000 y 2005 sostuvo una compleja relación con el entonces gobernante cubano Fidel Castro.
En 2002 cortó relaciones diplomáticas con Cuba tras ser insultado por Fidel Castro, quien sostuvo que Batlle era "un judas, un genuflexo y un mentiroso de los grandes" por haber cuestionado ante la Organización de Naciones Unidas la violación a los derechos humanos en el país caribeño.
Uruguay se encontraba en la mira de una ofensiva diplomática cubana desde que anunciara que sería el patrocinador de una resolución sobre Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que instaba a la isla a mejorar la situación de los derechos de sus ciudadanos.
Battle anunció el cese de los vínculos diplomáticos con Cuba, que su país reanudó en 1985 al recuperar la democracia luego de casi trece años de dictadura militar, debido “al clima de agresión y agravio” que La Habana desató con el país sudamericano.
“Cuando las relaciones se colocan en un clima de agresión, de agravio, no ya a una persona, sino a un país, genera un clima que al romperse genera un distanciamiento en las relaciones que es inexorable”, argumentó.El choque coincidió con un altercado con el presidente mexicano Vicente Fox. Cuba calificó entonces de “tensas” y “dramáticas” las relaciones con México, y llamó al mandatario Fox, mentiroso y lo retó a probar que no presionó por una inasistencia de Castro a la cumbre de Monterrey, en marzo de ese año..
En un capítulo sin precedentes, Cuba difundió una grabación de una conversación telefónica privada entre Castro y Fox, antes del foro de Monterrey, en la que según Cuba se demostraba que Fox presionó a Castro para que se fuera de la reunión, supuestamente para evitar un encuentro entre Castro y el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.