El historiador de la Ciudad de La Habana e influyente figura de la cúpula gobernante cubana, Eusebio Leal Spengler, murió este viernes a los 77 años en la capital cubana, víctima de cáncer.
Como historiador ejecutó importantes obras de preservación en el Casco Histórico de La Habana y trabajó intensamente para fomentar el rescate de los sitios y monumentos en toda la isla. Popularizó la historia de La Habana y de otros sitios patrimoniales del país desde un espacio en la televisión cubana llamado "Andar La Habana".
Nacido en La Habana en 1942 y con estudios realizados en Cuba e Italia, su obra como intelectual y defensor del patrimonio nacional ha sido reconocida por múltiples instituciones de la cultura, universidades y gobiernos.
Leal fue también una figura política absolutamente comprometida con el régimen cubano, llegó a ser miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Estuvo entre el grupo de artistas e intelectuales cubanos que apoyó el fusilamiento de tres jóvenes que en el año 2003 secuestraron la lanchita de Regla para escapar de la Isla y llegar a los Estados Unidos.
Para el historiador cubano Pedro Corzo, presidente del Instituto Cubano de la Memoria Histórica, Leal fue una figura sumamente controversial que, a pesar de emitir en ocasiones atrevidos criterios, se mantuvo siempre plegado a los dirigentes de la revolución.
"Durante la más cruda ortodoxia castrista, Eusebio nunca expresó una reserva o propuso algo diferente a los que dictaban en el Palacio de la Revolución (...) Eusebio no combate molinos, ni monta caballos cansados ni deambula por los páramos y menos se arriesga a rescatar una doncella. El historiador viaja en primera clase, ha recibido becas internacionales, visitado innumerables países y administra los fondos que aporta la UNESCO para la restauración del casco histórico de La Habana. Eusebio no es luchador. Es un individuo que escogió el camino más fácil para realizar sus propósitos, decisión que no es mala salvo que se esté al servicio de una dictadura, su condición de intelectual orgánico de la nomenclatura le permite hacer el papel de policía bueno, pero de policía al fin. Su defensa de la dictadura no deja espacios a la duda y su compromiso de defender el modelo que promuevan los Castro, es firme".
Leal también se mantuvo apegado a su fé católica. En febrero de este año personalidades de la Iglesia Católica le otorgaron la toga y el diploma de doctor Honoris Causa por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma, en la sede de la Nunciatura Apostólica en Cuba.
En La Habana Vieja fundó en 1990 un sistema de empresas bajo la corporación Habaguanex. S.A, que le fue arrebatada en 2016 por el Grupo de Administración Empresarial (GAESA) perteneciente a las Fuerzas Armadas.
Su empresa llegó a ser un verdadero emporio capitalista en la isla comunista donde manejó decenas de hoteles, la terminal de cruceros, restaurantes, cafeterías, bares, empresas de transporte y agencias de viajes que facturaban cientos de millones de dólares anualmente.
En una de sus últimas comparecencias públicas, se le vio muy debilitado y con bastón en los funerales de la vedette cubana Rosita Fornés, en el Teatro Martí el pasado 16 de junio.