Un juez mexicano abrió la puerta a la extradición a EE.UU. del capo Joaquín "el Chapo" Guzmán en caso de que la búsqueda con ayuda internacional emprendida por las autoridades dé frutos, una posibilidad que hasta hace poco era rechazada por el Gobierno.
Aunque México y Estados Unidos han presentado versiones encontradas sobre la fecha en que EE.UU. presentó al país latinoamericano la solicitud de extradición del líder del cartel de Sinaloa, la posición del Gobierno de Enrique Peña Nieto ha dado un giro radical.
Muestra de ello es la orden de aprehensión con fines de extradición emitida esta semana por un juez mexicano contra "el Chapo" a petición de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) en respuesta a una solicitud de Washington.
Según la DEA (oficina antidrogas estadounidense), que acaba de incluir al capo en la lista de fugitivos más buscados y ofrecer 5 millones de dólares por información que lleve a su captura, Guzmán se enfrenta a decenas de cargos por narcotráfico, lavado de dinero y otros delitos en Arizona, Texas, California y Nueva York.
El subprocurador Jurídico de la PGR, José Alberto Rodríguez, dijo el viernes a Milenio Televisión que la petición de extradición de "el Chapo" llegó la segunda quincena de enero pasado, pero la fiscalía la rechazó "porque faltaban algunos requisitos legales por cumplirse" y la devolvió a EE.UU. por conducto de la Cancillería.
"No existía riesgo de fuga"
A finales de enero pasado, el entonces fiscal general mexicano, Jesús Murillo, declaró que Guzmán tendría que "cumplir su condena en México" antes de ser extraditado a EE.UU., lo que podría producirse "unos 300 o 400 años después".
En esos días estaba por llegar la petición formal de extradición de EE.UU., según el fiscal, que afirmó entonces que ese proceso solo era apropiado cuando hubiera motivos de seguridad o riesgo de fuga, algo que no existía, agregó.
Seis meses después, la fuga dejó en evidencia no solo a Murillo, que salió de la fiscalía en febrero arrastrado por la crisis generada por la desaparición de 43 jóvenes estudiantes en el estado sureño de Guerrero, sino al propio Peña Nieto, quien en 2014 llegó a asegurar que un segundo escape de Guzmán sería "imperdonable".
El subprocurador Rodríguez dijo este viernes que el 25 de junio, unos 15 días antes de que "el Chapo" escapara por un túnel de 1,5 kilómetros, EE.UU. presentó nuevamente la solicitud de extradición, que esta vez llegó "perfectamente bien integrada, completa en la documentación".
Por ello, tras "verificar la procedencia jurídica" del trámite, el miércoles pasado la fiscalía pidió a un juez la orden de captura con fines de extradición, la cual fue concedida el mismo día, aunque de ella se informó un día después.
Se olía la extradición
Una fuente del Gobierno federal mexicano que pidió el anonimato estimó probable que "el Chapo" supiera de la existencia de la solicitud de extradición y ello precipitara su fuga, aunque la decisión de su escape ya estaba tomada desde muchos meses antes con la compra del terreno desde donde se construyó el túnel hasta la celda.
El experto Alejandro Hope dijo a la agencia Efe que "no hay prisión en México que esté preparada para tener de huésped al narcotraficante más peligroso del mundo", porque el sistema penitenciario es "demasiado vulnerable a la corrupción y la intimidación".
Tras el escándalo generado por la fuga, al Gobierno parece no quedarle otra opción que enviar a EE.UU. al narcotraficante si lo captura, una misión que no parece sencilla, pues tras su primera huida en 2001 de otro penal de máxima seguridad, tardaron 13 años en ponerlo otra vez tras las rejas.