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Mercado negro de la Internet en Cuba, el entorno donde crecen muchos negocios privados


Un hombre (c) ofrece servicios de instalación de aplicaciones y softwares este 26 de septiembre de 2015, en La Habana (Cuba). Desde hace tres meses Cuba vive un inédito, aunque todavía limitado, incremento del acceso a internet con 35 nuevos puntos de con
Un hombre (c) ofrece servicios de instalación de aplicaciones y softwares este 26 de septiembre de 2015, en La Habana (Cuba). Desde hace tres meses Cuba vive un inédito, aunque todavía limitado, incremento del acceso a internet con 35 nuevos puntos de con

Florecen en la isla escuelas privadas de informática, elaboradores de trabajos de diploma, creadores de páginas web y softwares, vendedores y gestores de cuentas de Internet, buscadores de información en Internet, vendedores de TV por cable, crackers para proveer softwares ilegales, reparadores de equipos informáticos y vendedores de conexiones a wi-fi.

Ulises Rivera Pérez es un emprendedor cubano de Artemisa que hace y repara colchones. El trabajo no le falta y hasta ahora, como método de publicidad, le han bastado dos: “el boca a boca” y la página de clasificados Revolico.

“Yo no tengo acceso a Internet. Yo ahora mismo pago ese trabajo. Doy un dinero por que me pongan la propaganda en Revolico. Por recomendaciones, y esta zona de Revolico, a mí me ha dado muy buen resultado”, asegura Rivera Pérez, uno de miles de emprendedores cubanos que aprovechan la escasa conexión a Internet en la isla en beneficio de su negocio.

En los últimos años han surgido en la isla pequeñas empresas privadas que no solo se auxilian, sino que dependen completamente de la Internet, como explica en un reciente estudio el profesor del Centro de Estudios de Técnicas de Dirección de la Universidad de La Habana, Lázaro J. Blanco Encinosa.

“El empleo de Internet por los empresarios privados cubanos se ha hecho pese a las medidas y acciones del Gobierno y el Estado cubano, o en el mejor de los casos, sin el necesario apoyo estatal y gubernamental”, apunta el profesor en su estudio “Internet en el entorno empresarial cubano”, al que Martí Noticias tuvo acceso.

Blanco Encinosa explica que estos empresarios privados --contrario a los estatales que solo las usan para registrar información y controlar-- han fortalecido sus negocios con acciones relacionadas con el marketing y el comercio electrónico, entre otras.

Los emprendedores, sin esperar permisos o disposiciones gubernamentales, han echado mano a todos los recursos alternativos que pudiera ayudarles al progreso de su idea.

Fotografía del 29 de agosto de 2015 Elio Héctor López, uno de los creadores de "El Paquete", destinado a Cuba.
Fotografía del 29 de agosto de 2015 Elio Héctor López, uno de los creadores de "El Paquete", destinado a Cuba.

Así florecen en la isla escuelas privadas de informática, elaboradores de trabajos de diploma, creadores de páginas web y softwares, vendedores y gestores de cuentas de Internet, buscadores de información en Internet, vendedores de TV por cable, crackers para proveer softwares ilegales, reparadores de equipos informáticos y vendedores de conexiones a wi-fi, ejemplifica.

Fotografía del 29 de agosto de 2015 Yondainer Gutiérrez uno de los fundadores de la aplicación para celulares "Alamesa".
Fotografía del 29 de agosto de 2015 Yondainer Gutiérrez uno de los fundadores de la aplicación para celulares "Alamesa".

¿Cómo lo han logrado?

Blanco Encinosa, quien lleva más de 45 años dedicado a la actividad empresarial y a la enseñanza superior, reconoce el papel esencial que ha tenido el mercado negro en esta ecuación.

Los emprendedores cubanos se han valido “sobre todo, de las propias redes estatales, a las que ha tenido acceso gracias al muy activo mercado negro de Internet que ha funcionado en Cuba”, puntualiza.

Muchos de quienes se dedican a estos negocios venden ilegalmente cuentas de correo o Internet asociadas a las redes de sus centros de trabajo a precios mucho más baratos que las conexiones oficiales.

Ahora, las áreas Wi-Fi dan nuevos aires a estas empresas clandestinas o ilegales, dice el profesor, pero queda en manos del Estado cubano darles las herramientas para que realmente prosperen.

“El Gobierno y el Estado debieran adoptar una actitud inteligente e inclusiva con este sector privado: debe aprovechar su talento y su creatividad para encauzar su actividad en el desarrollo del país”, opina el experto y agrega que “aquellas actividades que todavía se mantienen en el campo de lo ilegal, aunque por lo general no en el de lo inmoral y lo malévolo, deben ser legalizadas”.

El profesor se atreve incluso a profetizar el avance de estas empresas cualquiera que sea la posición que asuma el Gobierno de la isla.

“Es de suponer que en los próximos años, el sector privado expanda su ámbito de acción dentro de la ley (en un espacio legal muy pequeño: basta consultar la ridícula lista de actividades autorizadas a ejercer por cuenta propia), o fuera de ella. Probablemente ampliará su accionar y ofrecerá nuevos productos y servicios, basados en las TIC y particularmente Internet, la cual, inevitablemente, llegará a los cubanos”, subraya.

El catedrático concluye su estudio diciendo que “durante más de medio siglo la demonización del mercado y de la empresa privada, no tuvo éxito. Ha llegado la hora de cambiar de política”.

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