El gremio de médicos en Ecuador amenazó con renuncias masivas, que podrían llegar a los 5.000 galenos, esto en protesta contra el nuevo Código Penal, que incluye la criminalización de la mala práctica profesional con hasta cinco años de cárcel.
El viernes, un grupo de médicos del hospital Pablo Arturo Suárez, de Quito, presentó sus renuncias, y en todo el país se están realizando reuniones de profesionales para fijar la conducta a seguir si se aprueba el nuevo Código Penal. Los lineamientos de la Federación Médica Ecuatoriana se inclinan a que la plantilla de médicos del sector público abandone sus cargos de entrar en vigencia la normativa.
Con este nuevo incidente, la crispación de los médicos del país contra el gobierno de Rafael Correa llega a su clímax. Ayer, los galenos del hospital de niños Baca Ortiz colgaron sus mandiles en los exteriores de la institución, como rechazo al artículo 146 del Código Integral Penal.
El descontento del gremio médico con el gobierno de Correa comenzó a agudizarse cuando el mandatario anunció que traería a 1.000 profesionales de la salud cubanos a trabajar al país. El presidente de la Federación Médica de Ecuador, Alberto Narváez, es quien ha echado el pulso más firmemente con el Gobierno. Narváez declaró al diario HOY que “como seguramente el Presidente no entiende la práctica de la medicina, cree que va a resolver con los cubanos. Si vienen cubanos, que vengan, pero sin fuero diplomático y va a ver cuántos van a caer presos cada año”.
Narváez sigue insistiendo en que Cuba no tiene especialistas. Y que los médicos familiares de la Isla no cuentan con postgrado. Lo que tiene, según Narváez, son “tecnólogos médicos, con tres años de formación”.
Francisco Vera, vicepresidente del Colegio de Médicos del Guayas, aclara que Cuba tiene médicos familiares de atención primaria y que no cuenta con la cantidad de especialistas suficientes para sustituirlos a ellos, si renuncian en masa. Vera habla con conocimiento de causa, pues vivió un tiempo en Cuba.
Por su parte Luis Serrano, presidente del Colegio de Médicos del Guayas, está elaborando una lista de 1.000 médicos nacionales para obligar al Gobierno a echar para atrás la contratación de los cubanos. Esto en respuesta al reto de Correa, quien el 18 de octubre declaró: “Denme la lista de mil médicos que yo pueda enviar a donde sea (…) a trabajar. Ni siquiera les exijo que tengan especialización en medicina familiar… y yo dejo de traer a los médicos cubanos”.
El viernes, un grupo de médicos del hospital Pablo Arturo Suárez, de Quito, presentó sus renuncias, y en todo el país se están realizando reuniones de profesionales para fijar la conducta a seguir si se aprueba el nuevo Código Penal. Los lineamientos de la Federación Médica Ecuatoriana se inclinan a que la plantilla de médicos del sector público abandone sus cargos de entrar en vigencia la normativa.
Con este nuevo incidente, la crispación de los médicos del país contra el gobierno de Rafael Correa llega a su clímax. Ayer, los galenos del hospital de niños Baca Ortiz colgaron sus mandiles en los exteriores de la institución, como rechazo al artículo 146 del Código Integral Penal.
El descontento del gremio médico con el gobierno de Correa comenzó a agudizarse cuando el mandatario anunció que traería a 1.000 profesionales de la salud cubanos a trabajar al país. El presidente de la Federación Médica de Ecuador, Alberto Narváez, es quien ha echado el pulso más firmemente con el Gobierno. Narváez declaró al diario HOY que “como seguramente el Presidente no entiende la práctica de la medicina, cree que va a resolver con los cubanos. Si vienen cubanos, que vengan, pero sin fuero diplomático y va a ver cuántos van a caer presos cada año”.
Narváez sigue insistiendo en que Cuba no tiene especialistas. Y que los médicos familiares de la Isla no cuentan con postgrado. Lo que tiene, según Narváez, son “tecnólogos médicos, con tres años de formación”.
Francisco Vera, vicepresidente del Colegio de Médicos del Guayas, aclara que Cuba tiene médicos familiares de atención primaria y que no cuenta con la cantidad de especialistas suficientes para sustituirlos a ellos, si renuncian en masa. Vera habla con conocimiento de causa, pues vivió un tiempo en Cuba.
Por su parte Luis Serrano, presidente del Colegio de Médicos del Guayas, está elaborando una lista de 1.000 médicos nacionales para obligar al Gobierno a echar para atrás la contratación de los cubanos. Esto en respuesta al reto de Correa, quien el 18 de octubre declaró: “Denme la lista de mil médicos que yo pueda enviar a donde sea (…) a trabajar. Ni siquiera les exijo que tengan especialización en medicina familiar… y yo dejo de traer a los médicos cubanos”.
