Cientos de miles de personas llenaron este miércoles las calles de Hong Kong en una marcha anual de protesta del Día de Año Nuevo, con fuertes mensajes prodemocráticos.
Al menos cinco personas fueron detenidas por causar daños, reporta Prensa Asociada, después que jóvenes radicalizados y vestidos de negro se separaron del grupo principal de manifestantes y atacaron bancos y cajeros automáticos con pintura en aerosol, martillos y bombas incendiarias.
"Rompieron señales viales, sacaron ladrillos de las aceras y levantaron barricadas en las calles del distrito financiero, en el centro de la ciudad", precisó AP.
El 31 de diciembre también hubo una gran marcha, con hongkoneses cantando "Libertad para Hong Kong" y "Revolución en nuestros tiempos", informó Radio Asia Libre, emisora del gobierno estadounidense.
Aunque el gobierno dijo este miércoles que sus agentes han estado "desplegando la fuerza mínima necesaria", la policía usó aerosol irritante, gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes más violentos, que bloquearon el tráfico y prendieron fuego en la calle en el distrito de clase trabajadora de Mong Kok.
La marcha finalmente se suspendió a las 6:15 de la tarde, a solicitud de la policía.
Las protestas comenzaron en junio de 2019 en respuesta a una propuesta de reforma legal que había permitido la extradición de residentes a la China continental, donde podrían enfrentar torturas y juicios injustos. La ley se retiró, pero antes los manifestantes ampliaron sus demandas para pedir reformas en el territorio semiautónomo chino.
Hong Kong atenuó sus celebraciones de Año Nuevo por las protestas, que afectaron seriamente las ventas minoristas y el turismo.
Los manifestantes se dieron cita también en la estación de metro Príncipe Eduardo, adonde la policía entró hace cuatro meses golpeando y empleando gases lacrimógenos contra personas que no tenían forma de huir. Ese incidente es uno de los muchos que los manifestantes presentan como un caso de abuso policial del que no se ha responsabilizado a nadie.