En declaraciones a Onda Cero en el programa Herrera en la Onda, José Manuel García-Margallo explicó que la Unión Europea pretende “poner orden” a las relaciones con Cuba mediante un acuerdo que permita abrir nuevas vías para el diálogo entre los Veintiocho y la isla.
No obstante, el Acuerdo de Asociación con Cuba no cambiaría la Posición Común que desde 1996 se mantiene con este país y que condiciona cualquier avance en las conversaciones a las mejoras en derechos humanos. Margallo sostuvo que durante el tiempo que dure la negociación esta Posición Común seguirá en vigor y que el Gobierno español se va a empeñar en que se consiga una “cláusula democrática” dentro del texto. Reiteró que esa es la prioridad, añadiendo: “Veremos qué pasa cuando se firme y si es satisfactorio desde ese punto de vista”.
El ministro confirmó la diferencia de posturas entre los distintos países de la UE con respecto a Cuba, 17 de los cuales mantienen relaciones “mucho más estrechas” que el resto. Esa es una de las razones por la que se hace necesario adoptar una política de relaciones que englobe a todos, añadiendo que desde 1996 “las cosas han cambiado en América Latina” y que se han producido avances significativos en la integración de Cuba en distintos organismos regionales.
El hecho de que los cubanos -incluidos disidentes- puedan salir del país y que Estados Unidos haya avanzado en su posición también permite que se contemple un nuevo escenario.
Tal y como reza el texto de la Posición Común adoptado por el Consejo de la Unión Europea el 2 de diciembre de 1996, “el objetivo de la Unión Europea es favorecer un proceso de transición hacia una democracia pluralista y el respeto de los derechos humanos y libertades fundamentales, así como una recuperación y mejora sostenibles del nivel de vida del pueblo cubano”.
No obstante, el Acuerdo de Asociación con Cuba no cambiaría la Posición Común que desde 1996 se mantiene con este país y que condiciona cualquier avance en las conversaciones a las mejoras en derechos humanos. Margallo sostuvo que durante el tiempo que dure la negociación esta Posición Común seguirá en vigor y que el Gobierno español se va a empeñar en que se consiga una “cláusula democrática” dentro del texto. Reiteró que esa es la prioridad, añadiendo: “Veremos qué pasa cuando se firme y si es satisfactorio desde ese punto de vista”.
El ministro confirmó la diferencia de posturas entre los distintos países de la UE con respecto a Cuba, 17 de los cuales mantienen relaciones “mucho más estrechas” que el resto. Esa es una de las razones por la que se hace necesario adoptar una política de relaciones que englobe a todos, añadiendo que desde 1996 “las cosas han cambiado en América Latina” y que se han producido avances significativos en la integración de Cuba en distintos organismos regionales.
El hecho de que los cubanos -incluidos disidentes- puedan salir del país y que Estados Unidos haya avanzado en su posición también permite que se contemple un nuevo escenario.
Tal y como reza el texto de la Posición Común adoptado por el Consejo de la Unión Europea el 2 de diciembre de 1996, “el objetivo de la Unión Europea es favorecer un proceso de transición hacia una democracia pluralista y el respeto de los derechos humanos y libertades fundamentales, así como una recuperación y mejora sostenibles del nivel de vida del pueblo cubano”.