El senador republicano por Florida Marco Rubio respondió a "incidentes" en Cuba que causaron “síntomas físicos” a diplomáticos estadounidenses y llevaron a la expulsión de dos funcionarios de la embajada cubana recordando que el acoso del gobierno cubano no es nuevo y "muestra hasta dónde es capaz de llegar el régimen de Castro".
"El gobierno cubano ha estado molestando al personal estadounidense que trabaja en La Habana durante décadas", dijo Rubio en un comunicado divulgado por su oficina.
"Esto no ha cesado con (la política de) apaciguamiento del presidente Obama", agregó el legislador.
"El daño personal a los funcionarios estadounidenses demuestra hasta dónde es capaz de llegar el régimen de Castro y viola claramente las normas internacionales", termina diciendo la nota del senador Rubio.
Por su parte, el senador cubano americano Bob Menendez dijo que sigue de cerca el caso de los diplomáticos estadounidenses afectados en Cuba.
Menendez, en un breve comunicado divulgado en Twitter, dijo que el régimen de los Castro tiene una larga historia de vigilancia y sabotaje, y que hace falta hallar respuestas a esta situación.
Hostigamiento de larga data
En junio de 2012, bajo el primer mandato de Obama, funcionarios del gobierno estadounidense denunciaron que los agentes del gobierno cubano habían intensificado su “acoso y vilipendio” verbal sobre los diplomáticos de Estados Unidos en La Habana, gritándoles insultos desde autos en marcha y publicando fotos de sus vehículos.
“Han estado haciendo esto por mucho tiempo, pero durante el último año o algo así parecen haberse puesto más desagradables”, dijo uno de los funcionarios. “Les hemos pedido que desistan, y no lo han hecho”, dijo un funcionario del Departamento de Estado al diario El Nuevo Herald.
“Ellos están simplemente cumpliendo con sus deberes diplomáticos normales”, agregó la fuente. “Hemos recordado en varias ocasiones al gobierno cubano que, bajo las Convenciones de Viena, este tipo de tratamiento del personal diplomático es inaceptable”, añadió.
“Existen además sospechas de que agentes cubanos tratan de poner nerviosos a los diplomáticos por medio de vigilarlos con agentes de la seguridad claramente visibles, y cortándoles en ocasiones los servicios de electricidad y agua a sus casas", dijo otro funcionario de EE.UU. estacionado en La Habana que fue contactado por el Herald.
La nota firmada por Juan Tamayo señalaba que “funcionarios del Departamento de Estado se han quejado en el pasado de que los cubanos han vandalizado los vehículos de los diplomáticos, se han colado en sus casas para dejar intimidatorias señales de su presencia —heces fecales en por lo menos uno de los casos— y han tratado de envenenar a dos mascotas familiares”.
Gobierno hostil
En entrevista con nuestro colega Amado Gil, James Cason, el ex jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana bajo la administración de George W. Bush, confesó su desconcierto con el incidente del 2016.
"Era frecuente que hostigaran a funcionarios que tenían que ver con los disidentes, con derechos humanos, o los de la USCIS, que difunden información. Les dejaban arañas y excrementos en sus casas, volcaban sus libros, les chocaban los carros", recordó Cason,
"Es un gobierno hostil a Estados Unidos, siempre lo ha sido, y siempre lo va a ser, somos sus enemigos, pero es difícil entender el propósito de esto", dijo el diplomático, quien fue blanco de las diatribas del gobierno cubano por iniciativas como coronar un árbol de Navidad con la cifra 75, el número de los presos políticos de la Primavera Negra del 2003, e instalar un cartel lumínico con noticias en la fachada de la sede diplomática.
Se preguntó si pudiera tratarse de un experimento de otro gobierno amigo de Cuba, aunque las consecuencias eran previsibles: dos diplomáticos cubanos han sido expulsados de Estados Unidos."Desde mi tiempo, cuando fueron expulsados 13 diplomáticos cubanos, no recuerdo más casos".
Respecto al editorial del diario oficial Granma negando responsabilidad, Cason señaló que "estos gobiernos siempre mienten, y dicen que no han hecho nada, como Rusia y Corea del Norte".
(Redactado por Rolando Cartaya, con información de El Nuevo Herald y entrevistas de Amado Gil)